Los expertos en mercadotecnia política tendrán que ser más agudos para la elaboración de sus slogans, porque ese que se sacaron de la manga “Veracruzano de verdad”, no cumple con nada para convencer al electorado.
Es muy fácil observar ese gentilicio y darnos cuenta que lejos de atraer al público, solo le hace reflexionar, ya que basta voltear unos años atrás y darnos cuenta que algunos gobernadores dejaron las arcas vacías, al grado que uno de ellos (priista) todavía está en la cárcel y a sus colaboradores los anda buscando la justicia y los veracruzanos en general ya no queremos eso.
Cuando Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador panista, entregó el cargo no dejó ni para pagar los sueldos y salarios de los empleados que estaban llegando. Cuitláhuac García Jiménez, el actual gobernador, tuvo que hacer todas las gestiones necesarias para poder cumplir con esos pagos.
Si la historia fuera distinta, tal vez la referencia de Veracruzano de verdad, serviría para algo, pero no es así, es decir, de nada sirve que se desgarren las vestiduras con una frase que queda muy holgada en el ánimo del electorado.
La hegemonía del Partido Revolucionario Institucional se cayó primero con Vicente Fox Quezada, panista que llegó a la presidencia de la república el 1 de diciembre del año 2000; y después le entregó el mando a Felipe Calderón Hinojosa, los dos panistas y ambos de muy malos recuerdos para muchos mexicanos que obtuvieron el triunfo con unas elecciones muy cuestionadas.
Esas privatizaciones de empresas del gobierno y la concesión de tantos servicios a particulares y, muchas veces extranjeros, llegó a colmar el ánimo de los mexicanos, por lo que el 1 de diciembre de 2018, llegó el presidente Andrés Manuel López Obrador con una votación fuera de serie.
Fueron 70 años que estuvo gobernando el PRI y 12 años estuvo el PAN a nivel nacional, pero su incapacidad quedó demostrada, la corrupción fue el defecto más grande que colocó la imagen de México muy por debajo de otros países con gran desarrollo.
Que no están conformes, lo entendemos perfectamente; que quieren volver a hacer lo mismo, lo entendemos perfectamente; que buscaron al menos peor para ser el abanderado de tres partidos, lo entendemos perfectamente; pero ya no va a ser fácil para ese trio de partidos que están viviendo la angustia de volver a perder, porque en el fondo ya lo están sintiendo.
Juegan a engañarse, pero todo va a quedar en eso, en un simple juego y engaño. El que entendió, entendió.
