El cuerpo edilicio del Ayuntamiento de Alvarado esta convertido en un ejemplo de corrupción. Con fuertes sumas de dinero, la presidenta municipal Lizzette Álvarez Vera, ha logrado callar los malos manejos y abusos que comete.
Aunque a principios de su administración prometió consolidar una transformación en beneficio de los alvaradeños, en la actualidad los excesos y abusos sobresalen como la característica principal de su gobierno aferrándose a las viejas prácticas de los políticos del pasado, el cual sin duda está lejos de cumplir con esa ansiada nueva realidad económica, política y social que esperaba la ciudadanía, causa duda si el actuar de las y los regidores obedece al miedo o a la complicidad.
Por el contrario, todo el cuerpo edilicio integrado por:
Regidor Primero, Víctor Manuel Palacios Rosas.
Regidor Segundo, José Manuel Herrera Enríquez.
Regidor Tercero, Pedro Gamboa Rosas.
Regidora Cuarta, Karina Lira Hernández.
Regidora Quinta, Olivia Herrera Carmona.
Regidora Sexta, Yeni Ivón Domínguez Alfonso.
Regidor Séptimo, Gerardo Adrián Cano García.
Han hecho alianzas para cubrir sus intereses personales a cambio de dinero sin importarles las verdaderas demandas sociales para el bienestar de la ciudadanía que deposito su confianza en este fallido gobierno.
