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Una potente explosión sacudió este mediodía la localidad de Ocotepec, en el municipio de Cuernavaca, Morelos. De acuerdo con los primeros reportes vecinales, la detonación ocurrió en una vivienda que funcionaba como fábrica clandestina de cohetes de pólvora para fiestas patronales.
El siniestro habría sido provocado, según versiones preliminares, por un menor de edad que encendió accidentalmente uno de los artefactos pirotécnicos en el interior del inmueble.
Las deflagraciones se extendieron rápidamente por todo el taller pirotécnico casero, en una zona habitada por muchas familias. Hasta el momento de manera extraoficial se reportan al menos 15 personas fallecidas y 12 más heridas, algunas de gravedad.
Vecinos de la zona compartieron videos estremecedores en redes sociales, mostrando columnas de humo negro y varias casas derrumbadas por la onda expansiva. «¡Sigue explotando, manden a los bomberos, habrá más personas heridas, apoyen todos, manden pipas!», suplicaban desesperados.
Las autoridades desplegaron un operativo de emergencia con decenas de bomberos, patrullas y ambulancias para atender a las víctimas. Sin embargo, aún no se ha emitido un dictamen oficial sobre las causas que pudieron originar esta tragedia.
La elaboración de cohetes de forma artesanal es una práctica común en comunidades de escasos recursos de Morelos y otros estados, como una fuente de autoempleo familiar. Lamentablemente, estos talleres suelen carecer de las medidas de seguridad adecuadas.
Esta terrible explosión en Ocotepec pone de nuevo sobre la mesa la urgente necesidad de regular la pirotecnia y garantizar condiciones laborales dignas para quienes se dedican a esta peligrosa actividad económica.
