30 de abril de 2024

EL TÚNEL DE LA ESPERANZA| Arturo del Bosque

En la década de los noventa, se fraguó en los Estados Unidos, lo que podría ser considerado,
un Crimen de lesa Humanidad, perpetrado para generar pingües fortunas, con el aval de las
Agencias de Salud de ese país, la complicidad de autoridades al más alto nivel y la ambición
desmedida de cientos de médicos, farmacéuticos y agentes de ventas, que generaron
enormes ventas, lucrando con el dolor y la muerte de miles de seres humanos. Los miles de
millones de dólares generados por el fármaco, irían a parar a bolsillos insaciables, cuyos
dueños sólo veían las ventas millonarias que el opiáceo estaba generando, ignorando
olímpicamente la otra cara de la moneda: los miles de muertos consecuencia de la adicción
generada por “el medicamento“ y el dolor y el luto que sufrieron sus familias,
Por aquel entonces, la compañía PURDUE PHARMA estaba probando un fármaco, un
opiáceo, que se estaba mostrando sumamente eficaz para combatir el dolor en pacientes
terminales. Como los pacientes estaban prácticamente viviendo sus últimos momentos, la
adicción en sí, era un tema más bien secundario, teniendo en cuenta la calidad de vida que
se proporcionaba a los pacientes y sin obviar que en todo caso., la posible adicción no
sería larga. Pero el tener un nicho de mercado tan restringido, era un obstáculo
importante que había que modificar, por lo que decidieron ampliar su horizonte de
mercado. Una lógica impecable del sistema capitalista, que consiste en generar un mercado
y luego ofrecer el satisfactor ó lo que es lo mismo, crear la necesidad y/o la demanda y
acto seguido, ofrecer el producto.
El primer paso en la estrategia de marketing de la compañia, fue conseguir la aprobación
del OxyContin por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA, por sus
siglas en inglés,  para poner a la venta, un opioide probado hasta entonces en pacientes
terminales. Purdue logró que el fármaco se aprobara en 1995, a pesar de que no se habían
realizado estudios a largo plazo ni se había evaluado su capacidad adictiva.  La aprobación
del OxyContin para prescribirlo en casos de «dolor moderado a severo», fue otorgada por
el Dr. Curtis Wright IV, Oficial de revisión médica de la FDA. Posteriormente, en una
investigación realizada en 2006 por el Departamento de Justicia, documentación de Purdue
Pharma indicaba que entre el 31 de enero y el 2 de febrero de 1995, el Dr. Wright se había
reunido con representantes de la farmaceútica en una habitación de un hotel situado erca
de las oficinas de la FDA en Rockville, Maryland., accediendo a que la compañía ayudara a
redactar el informe del funcionario médico asignado para este fármaco, cuyo destinatario
final era la propia FDA. Esto incluía la aprobación de la redacción de los textos que se
utilizarían en el prospecto y/o etiquetado del OxyContin.  Un año después de su
aprobación, Curtis Wright renunció a la FDA, para incorporse poco después como
Consultor en Purdue Pharma , con un salario sustancialmente más alto.
La etiqueta de información aprobada por la FDA contenía el texto : «Se cree que la absorción
retardada, proporcionada por las tabletas OxyContin, reduce la posibilidad de abuso en el
consumo del medicamento».  Este texto ambiguo, se convirtió en una cuestión clave en
demandas posteriores contra Purdue y fue citado en la Condena en 2007por delito grave,
por Acto criminal encubierto mediante una rotulación inexacta y  ambigua. David Kessler,
comisionado de la FDA en ese momento, diría más tarde sobre la aprobación del OxyContin:
«Sin duda fue un error. Uno de los peores errores médicos, un gran error.»

¿Esto debería sorprendernos?, la respuesta clara y contundente es NO; responde a la lógica
capitalista que prioriza la obtención de ganancias extraordinarias a las inversiones de
capital. Generalmente esos tiburones de las finanzas, buscan hacerse de ellas de forma
lícita, para lo que cuentan con bufetes de abogados de enorme prestigio y conexiones en
las más altas esferas gubernamentales del país. De modo que, sí, son negocios lícitos, pero
de una enorme inmoralidad, como lo son los negocios de las industrias Tabacalera y del
alcohol, la comida chatarra, la oferta indiscriminada de azúcares y grasas, en una variedad
casi infinita de presentaciones. O lo que es lo mismo, “e l fin justifica los medios“. Richard
Sackler , que dirigía entonces PURDUE PHARMA,  decía sin ruborizarse, “no hay
competencia que pueda contra millones de recetas de OxyContin, extendidas a lo largo y
ancho del país.”
Debido a la crisis humanitaria que se generó por los miles de muertos, como consecuencia
de su adicción, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, hubo de intervenir,
restringiendo fuertemente la prescripción del opioide, mientras la compañía sigue
enfrentado innumerables litigios en las cortes federales, que aún no terminan de dirimirse.
Sin embargo , la realidad indice que la restricción está muy lejos de ser la solución a la crisis
social generada por el fármaco. Su restricción fue un agravante que dio lugar al fenómeno
que hoy viven los estadounidenses; al ser cada vez más difícil conseguir el OxyContin, los
adictos , fueron migrando hacia el consumo de heroína, ilegal pero accesible a través de
una amplia red de traficantes, que se mantiene muy activa y potente en ese país. Hoy se
potencian los efectos de la heroína mezclándola con FENTANILO, otro medicamento
sintético, cien veces más adictivo y letal que la heroína , que ha causado un costo en vidas
de cien mil ciudadanos por año!. Políticos populistas de la derecha estadunidense, abogan
por iniciar una guerra en contra de  los Cárteles mexicanos, a los que acusan de ser los
principales proveedores de  Fentanilo, lo cual es sólo un argumento falso y amarillista , pues
sólo el 15% del Fentanilo que se consume en Estados Unidos, pasa por la frontera mexicana.
Como parte dela campaña, se estigmatiza  a los migrantes mexicanos, acusándoles de
traficar con dicha droga, otro argumento igualmente falso, pues las personas juzgadas y
condenadas por introducir Fentanilo en Estados Unidos a través de  la frontera mexicana,
abrumadoramente son ciudadanos norteamericanos de suerte que el 86% de quienes están
en prisión por ese delito, son ciudadanos norteamericanos, no mexicanos.
Tristemente, este no sido el único episodio, donde el sistema capitalismo, muestra su lado
más feroz e inhumano; y aunque hemos pasado del capitalismo salvaje a un capitalismo
“con rostro humano“, preconizado por los Chicago Boys, la escuela de economistas que
desde mediados de los ochentas, propalaron por todo el planeta las bondades del
Neoliberalismo, – una doctrina que propugna una mínima participación del Estado y más
individualismo -, como la auténtica vía hacia el pleno desarrollo económico de la sociedad y
de las naciones, donde el interés privado tiene preeminencia sobre lo público y el
Mercado es la Biblia, otorgando a éste poderes de autorregulación y de justicia
distributiva. Nada más lejos de la realidad, este modelo conduce inevitablemente a la
concentración de la riqueza, multiplicando el número de pobres, mientras un reducido
número de individuos, concentran gran porcentaje de la riqueza generada en todo el
mundo.
Regresando al tema de las adicciones, recientemente, el presidente colombiano Gustavo
Petro, hizo fuertes declaraciones, refiriéndose a los problemas de consumo de Fentanilo y la

heroína en los Estados Unidos. Con cierta nostalgia, dijo, uno podría ver en retrospectiva a
los jóvenes estadounidenses fumando marihuana, una droga con la que buscaban
confraternizar, apreciar el arte, disfrutarla música, potenciar las sensaciones placenteras.
Pero, las muertes relacionadas con el consumo de marihuana son escasas, si no
inexistentes. Curiosamente con la irrupción del Neoliberalismo, aparece el consumo de la
cocaína, una droga considerada incluso de uso social. Al potenciar la resistencia física, los
jóvenes ejecutivos, lobos de Wall Street y demás, podían mantenerse lúcidos en jornadas
prolongados de trabajo ó bien se consumía simplemente por diversión, como algo lúdico
que incluso era sinónimo de un cierto status económico. Ciertamente una droga más
adictiva que la marihuana, pero sin tener las terribles consecuencias de las drogas actuales.
Finalmente han llegado dijo, las drogas de la muerte. No es que se droguen para socializar,
para la convivencia lúdica, la exaltación de los sentidos, no. Se drogan para morir. Es quizá el
momento más crítico en cuanto al consumo de drogas, que ha enfrentado el país más
poderos de la tierra.
El túnel de la Esperanza, así le llamó un farmacéutico americano, a un camino franqueado a
ambos costados por viejos robles, que daban a aquel paisaje cotidiano, una sensación de
enorme bienestar y armonía. Este hombre, había perdido a su hijo mayor por un tema de
drogas, asesinado por un narcomenudista, en un pequeño condado en Nueva Orléans, a raíz
de cuya muerte, el farmacéutico inició una cruzada personal, primero para encontrar y llevar
a prisión al asesino de  su hijo y luego a nivel nacional , precisamente en contra de PURDUE
PHARMA, fue Testigo principal en Cortes Federales, en contra de esa compañía y su letal
opioide y dando además charlas a jóvenes universitarios y  de preparatoria, donde con los
ojos anegado en llanto, les contó su historia personal. Una cruzada que buscaba también
reivindicar el nombre de su adorado hijo, Dani,.
Hoy la esperanza se llama Amor, se llama convivencia, familia, se llama oportunidades,
estados responsables, que en el combate a las causas que conducen a adicciones y
delincuencia, habrán de encontrar la manera de reducir y eliminar sus efectos; estados
donde el bienestar, el derecho a la educación, la salud y la vivienda sean éso, un derecho y
no un privilegio. Aboguemos por estados fuertes, participativos y reguladores de las
injusticias que el sistema capitalista per se lleva aparejado. No debemos creer en los
profetas del Mercado, como el próximo candidato a la presidencia de Argentina, un tipo de
pelucas y lengua incontinente, quien ha dicho que en caso de ganar, privatizará toda ó casi
toda la función gubernamental. En el país del Che, de Borges y de Cortázar. Ojalá los
argentinos no tomen la temeraria decisión de calar qué tan hondo es el río, con los dos pies.
Qué les pasa?, tan desesperados están que serán capaces de elegir Presidente de la
república a un demente?!.