29 de abril de 2024

EL JUICIO|Por Arturo del Bosque

El partido acción nacional PAN, nace en 1939 como una reacción conservadora a las políticas de corte nacionalista y popular del general Lázaro Cárdenas del Rio, se presentaba a si mismo como el partido de la gente decente y de buenas costumbres, con una profunda identificación con la burocracia eclesiástica, con la participación de buena parte del empresariado agrupado en diversas cámaras u organizaciones, así navega por varias décadas en una oposición digamos que testimonial frente a un estado Omnipotente que avasallaba e imponía sus candidatos con el costal de mañas que por décadas han sido sino y sello del partido revolucionario institucional.

Es en 1988 cuando avalan con su ausencia y silencio cómplice en la cámara de diputados, la imposición de Carlos Salinas de Gortari cuando se conforma lo que por años, el hoy presidente de la república definió como el prian, así tenemos que, 61 años después de su fundación, el partido de la derecha, el pan, conquista la presidencia de la república, una quimera llamada Vicente Fox entusiasma a un sector muy importante de la población y logran derrotar a un pri que presentó un candidato aguanoso y blandengue y a una izquierda con un candidato inmóvil y falto de todo atractivo para contender con alguna posibilidad de triunfo.

El segundo mandato con el pan al frente es producto de una usurpación de la presidencia de la República, precedido de un fraude colosal del cual han dado testimonio los mismos autores del fraude, un descaro total.

Es así que el pan , después de 60 años, presenta como titulares del poder ejecutivo a dos perfiles vanos, huecos y sin más proyecto que el de continuar con la política de saqueo y pillaje y por supuesto sin ofrecer el más mínimo combate a la rampante corrupción , corrupción de la cuál se benefician ellos y toda su parentela.

Los sexenios panistas arropan a un personaje turbio y siniestro que emerge de los sistemas de seguridad pública desde tiempos priistas, siempre opaco y de poca elocuencia, se desempeñaba en los sótanos de las direcciones de seguridad, ahí donde se forjan los plomeros, los que en las cañerías desahogaban las mas nefastas practicas del régimen priista represor y sanguinario, la tortura, la desaparición forzada, la complicidad con criminales era, digamos el modos operandos de las agencias, direcciones e instituciones dedicadas , según esto, a salvaguardar la seguridad y la vida de los ciudadanos.

Este personaje llamado GENARO GARCIA LUNA es nombrado director de la AFI, agencia federal de investigaciones por el presidente Vicente Fox, es en el sexenio de Fox donde ocurre la fuga de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, una fuga fuertemente cuestionada y con visos de complicidad a los más altos niveles, en ese sexenio se inicia la consolidación y fortalecimiento de lo que hoy es el cartel mas poderoso de América, el cartel de Sinaloa, la omisión en el combate real a esta y otras organizaciones criminales, emula los procedimientos de organización propiciada desde el poder, en tiempos del pri, para, digamos, repartir territorios y actuar en contubernio mediante jugosos sobornos y toda clase de favores hacia los gobiernos locales y federales de parte de las organizaciones criminales.

Es, sin duda, en el sangriento mandato de Felipe Calderón, quizá el peor presidente que ha sufrido este país, desde el ave de mal agüero, Antonio López de Santa Anna, cuando Genaro García Luna, al ser nombrado SECRETARIO DE SEGURIDAD PÚBLICA, adquiere una cantidad enorme de poder, concentra recursos monetarios ilimitados, una manga ancha para operar a su antojo, complicidad sin duda alguna con el presidente Calderón, es impensable que en un país con tal cultura presidencialista, el titular del ejecutivo no estuviese enterado de las acciones de complicidad, corrupción y abusos cometidos por su poderoso secretario de seguridad pública, con este personaje y ante la necesidad de buscar en una acción espectacular y mediática, la legitimidad que le negaron los mexicanos en las urnas, inicia una absurda guerra contra el narcotráfico guerra que después se supo, era una simple simulación y el gobierno se asume como parte de el cartel mas poderoso, el cartel de Sinaloa, su secretario de seguridad en la nómina de dicha organización así como sus principales lugartenientes, la mayoría de ellos presos o prófugos de la justicia.

Como fue posible que, durante dos sexenios, la prensa, la llamada hampa del periodismo por el presidente López Obrador, haya , no solo silenciado estas evidentes complicidades, si no que, le generaron una imagen de super policía, los mas nefastos personajes de la pluma, la radio y la imagen, plegados y sumisos ante el poderoso secretario, Carlos Loret de Mola y sus montajes, en franca complicidad con el mencionado García Luna, , Ciro Gómez y sus encendida defensa del secretario, , Marín, Fernanda familiar, Doriga, visitantes asiduos del Bunker del hoy prisionero en Estados Unidos, maravillados, deslumbrados y bastante bien atendidos en lo económico y en las prebendas que les daba su cercanía con el mafioso del que hoy muestran una selectiva amnesia y todavía, al igual que los nefastos ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón se atreven a pontificar acerca del combate a la violencia, violencia que les es imputada sin duda alguna a su omisión, su complicidad e indolencia qué, con ríos de sangre han pagado los mexicanos, las historias de terror se coinvirtieron en paisaje de esos áridos sexenios, en donde no florecía la esperanza y eran los cardos crueles y criminales los que, en la reseca pradera nacional incendiaban y destruían, no solo bienes y propiedades que al fin son efímeros, no, se acabaron con vidas, esperanzas e ilusiones de una población inerme, desarmada y que solo tenía en el azar, la posibilidad de no ser víctima de esta irracional y estúpida violencia.

Hoy, el poderoso secretario, enfrenta un juicio en los estados unidos, acusado de complicidad y haber recibido sobornos del crimen organizado, conspirar para introducir cocaína a ese país y haber mentido a las autoridades en estados unidos, sirva este texto de prefacio a lo que, sin duda cimbrara los más altos niveles de las pasadas administraciones, tanto en México como en Estados Unidos, habrán de caer velos y desnudarse periodistas, políticos y toda la fauna mediática que, en tanto el secretario ostentaba y derrochaba poder, eran falderillos ruidosos que al tintineo de las monedas contoneaban cadera y alma, que de principios fueron meretrices del poder y que hoy, gallitos, pretenden descarrilar el más caro proyecto que en las manos y la voluntad de millones de mexicanos y el liderazgo del compañero presidente, les mira desde la atalaya que en fortaleza convierte el buen andar, el bien hacer y el bien querer.