Creadores, actores y directos evocan diversas experiencias en este espacio emblemático en el que forjaron su trayectoria
El Centro Cultural del Bosque (CCB), uno de los complejos culturales más importantes de las artes escénicas en México, inició su historia hace 59 años. Lugar dinámico, multifacético y de tradición, fue inaugurado el 21 de julio de 1962 como Unidad Artística y Cultural del Bosque.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) celebran la consolidación de este espacio, que ofrece una amplia oferta cultural para niñas, niños, jóvenes y adultos en sus diversos escenarios, con estricto apego a las medidas sanitarias para mantener la seguridad de las y los espectadores, trabajadores y artistas.
El Centro Cultural del Bosque alberga los teatros: El Granero Xavier Rojas, del Bosque Julio Castillo, Orientación, El Galeón Abraham Oceransky, de la Danza Guillermina Bravo, la Sala Xavier Villaurrutia y la Plaza Ángel Salas.
Dentro del CCB también se ubica la Escuela Nacional de Danza Folklórica y las oficinas y salones de ensayo de la Compañía Nacional de Danza, espacios administrativos del INBAL, una librería y salones de ensayo para la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) y grupos teatrales.
Numerosos actores, bailarines, coreógrafos, músicos y directores se han formado en este complejo y han compartido con el público expresiones artísticas clásicas y de vanguardia a lo largo de varias décadas.
En entrevista con diversos creadores, compartieron sus experiencias acerca del trabajo que han realizado en el Centro Cultural del Bosque, construido por los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y Ramiro González del Sordo.
Luis de Tavira, uno de los reconocidos directores de escena del país y cuyo trabajo se ha presentado en los diferentes foros ubicados en el Bosque de Chapultepec, expresó que, en su momento, «el Centro Cultural del Bosque ha sido un espacio ganado en una zona militar, y esto es ya un símbolo elocuente. De pronto, allí, crecen unos teatros para una oferta masiva en el Auditorio, pero también para el teatro en su mejor expresión, incluso para la experimentación, que muy pronto se hace presente como una necesidad por renovar”.
Por su parte, la actriz Luisa Huertas recordó algunos momentos que vivió en la antigua Unidad Artística y Cultural del Bosque: “Fuimos testigos de cómo Abraham Oceransky, con cajas de huevo, empezó a construir el Teatro El Galeón, que era una bodega, y cómo se fue a desnudar frente a Los Pinos para que le dieran ese espacio y lograr hacer un teatro”.
También el director Martín Acosta recordó: “Sentíamos que este era un espacio, no sé si ‘privilegiado’ sea la palabra, pero muy aparte del resto de la Ciudad de México. Un lugar protegido. Además, ahora, los jueves de 30 pesos son gloriosos, porque una juventud inunda el Centro Cultural del Bosque y creo que de eso se trata”.
Nellie Happee, bailarina, coreógrafa y maestra, compartió cómo inició su carrera en el CCB: “Los salones que usábamos para los ensayos de ballet de cámara iban a ser originalmente establos, y por eso las puertas tenían la altura perfecta para que los caballos sacaran la cabeza. Nosotras no sacábamos la cabeza, pero el público que pasaba por ahí podía vernos ensayar. Un día, incluso, nos aplaudieron”.
El director de escena, José Caballero, evocó las presencias que recorrían la Unidad Artística y Cultural del Bosque en los primeros días. “Se podía ver a Juan José Gurrola —que después fue mi maestro en el Centro Universitario de Teatro— vestido totalmente de negro, con el cabello muy largo y con una mujer a su lado, que supongo era su esposa, o su novia en ese momento, quien lucía un cabello platinado. Era una visión verdaderamente mítica”.
Experiencia invaluable
Para el público que gusta del teatro y la danza, principalmente, la experiencia en el CCB es invaluable, considerada una de las plataformas artísticas del país que impulsa producciones de gran calidad. Actualmente, la oferta cultural que se ofrece al público atiende los protocolos de seguridad e higiene: instalación de un tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, así como uso obligatorio de cubreboca y sana distancia.
La edificación del complejo cultural más grande de México, único en su género, creado para promover, producir y difundir las artes escénicas, tomó inicialmente el nombre de Unidad Artística y Cultural del Bosque. En el año 2000 fue remodelado y, posteriormente, adoptó el nombre de Centro Cultural del Bosque.