2 de mayo de 2024

A TRABAJAR CABRONES!!.

A TRABAJAR CABRONES!!.
“Ojalá y Xóchitl nos cumpla éso; los huevones no caben en el gobierno y tampoco en el país.
Ya se acabó que estén recibiendo Programas sociales. A trabajar, ¡cabrones!, como dice
Xóchitl”

A decir de los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, es difícil encontrar tal
capacidad de síntesis, de toda una corriente del pensamiento, de una doctrina y de una
aberrante concepción de las relaciones que entre los individuos y por supuesto entre los
mexicanos debe haber.  Este es el pensamiento de la derecha en México. No es nuevo; sus
orígenes los encontramos quizá en el coloniaje, que trajo consigo un sistema económico, el
mercantilismo, implantado durante 300 años por los españoles luego de la Conquista. En
dicho sistema, a los descendientes de grupos originarios, se les consideraba sólo entes con
capacidad de trabajo. Sin derechos, sin consideraciones, sin la más mínima compasión hacia
su lacerante condición de semi esclavitud.

La gesta libertaria del cura Hidalgo, el Padre de la patria, libera a la nación mexicana del yugo
español. Sin embargo, las condiciones económico-sociales permanecieron sin apenas
cambios; se suprimió la esclavitud en la letra, pero las relaciones de abuso y privilegio se
mantienen hasta nuestros días. Baste recordar que el país sufrió la presidencia de Antonio
López de Santa Anna, la friolera de 11 ocasiones! y bajo su mandato México perdió la mitad
del territorio y el pueblo sufrió constantes levas, despotismo y crueldad de parte de
gobernantes a cuál más indolentes, fatuos e incompetentes.

Luego llegó la Reforma y la república restaurada, sobrevivió a la invasión francesa y a la más
feroz reacción armada de los Conservadores locales, que no se resignaban a que la iglesia
perdiera su papel dominante en las relaciones sociales y a que la aristocracia heredera del
coloniaje, viese reducidos sus privilegios. Juárez nos lega un Contrato social más justo,
derechos socio-laborales y libertades inéditas hasta entonces. Lamentablemente poco
después, con la bandera de la No reelección, Porfirio Diaz depone mediante un alzamiento

militar al Presidente Sebastián Lerdo de Tejada y se apoltrona en la silla presidencial por más
de 34 años, en los que en el doliente México reinó la paz de los sepulcros.

El apóstol de la democracia Francisco I. Madero fué capaz de generar un movimiento
revolucionario que derrocó al dictador, quien posteriormente se exilia en Francia donde
terminó sus días, sin haber pagado los mil y un abusos que perpetró ante un pueblo inerme y
desvalido. Al triunfó de la revolución se terminó con la semi esclavitud que significaba el
encasillamiento de los campesinos, obligados a servir a los patrones, casi nada más que a
cambio de comida y endeudados de por vida con las tiendas de raya de las haciendas.
Tristemente, la revolución quedaría en manos de los ambiciosos generales, Álvaro Obregón,
y Plutarco Elías Calles, durante lo que se llamó El Maximato. Pero las condiciones para el
pueblo fueron las mismas: “ los cabrones sólo sirven para trabajar“.

Es con el general Lázaro Cárdenas del Rio, cuando se llevan a cabo algunas acciones a favor
de las mayorías; se instaura la soberanía energética y se sientan las bases de la educación
popular obligatoria y gratuita. Un sexenio que significó un parte-aguas en la historia del país,
que lamentablemente fue frenado y retrotraído a privilegios establecidos por los que
debiendo seguir la ruta cardenista, dieron un giro hacia la derecha. Sólo prevaleció una
organización Obrera, Popular y Campesina pujante y vigorosa, luego fuimos testigos de
como uno a uno, los líderes de las organizaciones populares fueron acomodándose a los
privilegios obtenidos al amparo de los diferentes gobiernos, una vez incrustados en el
poder, donde a la par de enriquecerse, diluyeron esa gran fuerza popular surgida en el
cardenismo.

Es así como en el año de 1988, unas organizaciones populares endebles y apáticas, fracasan
en el intento por encabezar una insurrección cívico-electoral, ante la imposición de Carlos
Salinas de Gortari. Comienza en México la larga noche de los gobiernos neoliberales; un
periodo caracterizado por el pillaje y los grandes despojos a la nación, perpetrados por una
casta política y empresarial, cínica y desvergonzada, encabezada por quien a decir del

presidente López Obrador, es el padre de la desigualdad moderna en México: Carlos Salinas
de Gortari. L a desigualdad no sólo es económica, si no que trae aparejada una concepción y
una narrativa entre los emprendedores y aspiracionistas y por otro lado, una masa amorfa y
desorganizada, compuesta por “cabrones y huevones “. En ese contexto, las mayorías
excluidas y despreciadas, sólo fueron utilizadas como votantes cautivos de un sistema que
les oprimía y sojuzgaba. Es ese el caldo de cultivo, donde se incubaron las lacras que en
días pasados se le escucharon al deslenguado Vicente Fox, -“el alto vacío“ que decía Porfirio
Muñoz Leso; nada nuevo. Sin embargo, no deja de causar asco y repulsión, y sobre todo una
gran vergüenza, que un sujeto así, pudo ser presidente de la república, como dicen los
jóvenes, no mams!.

Dentro de la estupidez inherente a Vicente Fox, hay un elemento que vale la pena resaltar, la
frase: “Ojala Xóchitl nos cumpla…..” ¿A quién?, qué compromisos ha hecho esta política que
se ostenta como una de las mejores ingenieras de México. Y aunque dicen que las
comparaciones son odiosas, la Dra. Claudia Sheinbaum, pre-candidata de MORENA, en el
año 2002 fue responsable de la construcción de los segundos pisos en la ciudad de México,
que han resistido buena cantidad de sismos y se mantienen en pie y funcionando. De
Xóchitl sólo se recuerda la construcción de una réplica de la llamada “Casa Gris“, una casa
que arrendaba la familia del hijo del presidente López Orador, construida con cubos Lego,
que presentaron en el senado de la república. No se recuerda de ella, ninguna otra
construcción u obra medianamente importante. Pero volviendo al tema, serán esos los
compromisos signados por la precandidata Xóchitl?, regresar los privilegios a una minoría
rapaz y excluir de los beneficios de los programas sociales a millones de mexicanos?. El léxico
de Fox Y Xóchitl es asquerosamente similar, producto de mentes estrechas y fanatizadas, de
egos del tamaño de su estupidez. La precandidata Xóchitl Gálvez, es presentada como una
política progresista, de izquierda y con arraigo en comunidades indígenas, origen del que
falsamente se dice orgullosa; ha dicho que, en su hipotético gobierno, no aceptaría rateros,
ni huevones ni pendejos. Enorme ignorancia de alguien que milita en una organización
política compuesta en lo que a sus dirigentes y funcionarios se refiere, por rateros pendejos

y huevones. Las palabras de Xóchitl no son más que expresiones clasistas y ridículas de
alguien que, si no fuese por su incursión en la política, no tuviera el estatus de millonaria del
que ella misma se jacta.

En fin, la Cuarta Transformación difícilmente podría encontrar un publicista más eficaz que
Vicente Fox; por el bien de todos, ojalá siga rebuznando. Por lo que hace a la precandidata
Xóchitl, como dice Fabricio Mejía Madrid, es gelatina que no cuajó.