PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos, queridos maestros, maestras de todo el país:
Muchas felicidades hoy, en este día dedicado a las maestras y a los maestros de México, a nuestras maestras, a nuestros maestros, los que están con nosotros y los que se nos adelantaron, pero que les debemos mucho porque gracias a ellos pudimos salir adelante. Lo que somos se lo debemos a nuestras maestras, a nuestros maestros. Ellos nos formaron.
Muchas gracias al maestro Alfonso Cepeda, secretario nacional del Sindicato de Trabajadores de la Educación, el SNTE.
Muchas gracias a los dirigentes de la CNTE, que es una organización magisterial caracterizada por la defensa de la educación pública y de la democracia.
Recordamos con cariño, como aquí se ha hecho, a maestros como Ignacio Manuel Altamirano, a Ignacio Ramírez, a Rafael Ramírez, al maestro Justo Sierra, al maestro José Vasconcelos; nos da mucho gusto que nos acompañe su hijo, el senador Héctor Vasconcelos. Al maestro Jaime Torres Bodet, a muchas maestras, maestros heroicos, anónimos que han luchado por la educación y por la justicia en sus pueblos, en sus regiones.
Aquí hacemos también un reconocimiento al maestro Lucio Cabañas y al maestro Othón Salazar.
Estamos contentos con la decisión que tomamos de poner a cargo de la Secretaría de Educación a una maestra de aula, la maestra Delfina Gómez Álvarez.
No voy a extenderme mucho, por el sol, y además esto coincide con la escuela, porque es la hora del recreo y nos invitaron a un desayuno. Entonces, nada más hablar de los cuatro objetivos fundamentales para mejorar la educación en nuestro país:
Lo primero, la atención a las maestras y a los maestros, lo que aquí mencionó la maestra, quererlos, respetarlos y no ofenderlos nunca jamás.
Desgraciadamente, esto se hizo cuando querían imponer la mal llamada reforma educativa. Eso ya quedó atrás. Siempre vamos a tener mucho respeto, mucha admiración, mucho cariño, se va a seguir dignificando, como fue siempre la vida, el trabajo, de nuestras maestras y de nuestros maestros.
Vamos también a mejorar la situación económica, social de maestras y maestros. Mañana se va a hacer un anuncio en la conferencia, lo va a hacer precisamente el secretario de Hacienda, que aquí nos acompaña. Se trata de destinar más recursos para apoyar a maestras y a maestros.
Y hablando en términos educativos, nos queda de tarea lo que planteó aquí el maestro Cepeda, lo de las pensiones; que, en vez de que sean individuales sean como antes, que vayan a un fondo y que el Estado responda de esas pensiones, y que no se pongan en riesgo bajo ninguna circunstancia. Eso nos queda de tarea.
Y también lo de las UMAS, de que vayan incrementándose año con año para que no se queden rezagados con relación al seguro social.
Vamos a continuar mejorando la calidad educativa y esto implica la revisión con ustedes, como se está haciendo, de todos los contenidos educativos, porque ya son otros tiempos y hay que poner en correspondencia a los nuevos tiempos los contenidos de los libros de texto.
Ya no estamos en el periodo, no queremos ya estar en ese periodo llamado neoliberal o neoporfirista, ahora queremos una formación orientada al humanismo. Que nada humano nos sea extraño; que, en todos los libros, aunque se trata de ciencias naturales, haya un tronco común dedicado al humanismo, a las ciencias sociales. Que primero nos formemos como buenos seres humanos, como buenos ciudadanos y luego ya buenos científicos, eminencias, pero que no abandonemos nuestro humanismo.
No queremos inventores de bombas atómicas, no; queremos creadores de fraternidad, queremos maestros que enseñen a alumnos que van a ser buenos ciudadanos, que van a ser fraternos, que van a practicar el amor al prójimo, porque lo que buscamos en la Cuarta Transformación es una sociedad mejor, una sociedad más justa, más humana, más fraterna, por eso los cambios en los contenidos educativos.
Esto, lo voy a decir, no le acomoda mucho, no le parece al conservadurismo. Ya ustedes como maestros lo saben, no querían ni siquiera que hubiera libros de texto. Cuando el presidente Adolfo López Mateos decidió entregar los libros de texto de manera gratuita, con los que estudiamos muchos desde entonces, hubo oposición del conservadurismo, pero fue posible que se estableciera lo de los libros de texto gratuito para primaria. Y, posteriormente, por un movimiento también de la oposición en aquel entonces, se decidió que se entregaran de manera gratuita los libros de secundaria.
Entonces tenemos que seguir en esa dirección. La educación no es de ninguna manera un privilegio, es un derecho del pueblo y se tiene que garantizar.
No importa la condición económica, social, de los padres, la educación la tiene que otorgar el Estado de manera gratuita. No nos oponemos a la educación primaria o a la educación privada, el que tiene para pagar una escuela privada lo puede hacer, está en su derecho, pero el Estado está obligado a garantizar la educación pública gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.
Por eso vamos a seguir impulsando la educación con nuevos contenidos educativos.
Lo tercero es de que cada escuela… Ese es el ideal, parece una utopía, pero siempre hay que tener ideales, no se puede hacer nada en la vida si no se tiene por delante un ideal, una doctrina, eso es lo que nos hace caminar, por eso vivimos, el ideal es que cada escuela tenga su presupuesto y lo vamos a cumplir: cada sociedad de madres, de padres de familia van a contar con su presupuesto para el arreglo, el mantenimiento de las instalaciones educativas.
Y, por último, vamos a seguir apoyando con la entrega de becas a estudiantes de familias de escasos recursos económicos, a estudiantes de familias pobres, desde preescolar hasta doctorado. Ya hemos llegado a 11 millones de becas y van a seguir creciendo las becas. Se están entregando becas como nunca en la historia, porque ustedes saben bien lo importante que son las becas.
Quien les habla pudo terminar la universidad porque llegué de Tabasco a vivir a la Casa del Estudiante Tabasqueño, ubicada aquí, en la colonia Guerrero, en la calle de Violeta. Ahí vivíamos 80 estudiantes, y nos daban alimentación y ahí nos atendían, nos apoyaban. Y por eso pude terminar, porque no teníamos posibilidades económicas en ese tiempo en mi familia. Por eso siempre voy a defender la educación pública y siempre vamos a entregar becas a estudiantes de escasos recursos económicos.
Vamos a seguir adelante con este propósito de transformar a nuestro país con la educación.
Agradezco mucho al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación por todo su apoyo, por todo su acompañamiento.
Y agradezco también a los dirigentes y a todos los que pertenecen a la CNTE, porque hemos llegado a acuerdos. Y hay que reconocerles a ellos que, en los momentos más difíciles, cuando estaba en su apogeo el neoliberalismo, cuando estaban queriendo privatizar la educación, ellos estaban en la calle luchando y protestando.
Y tenemos que buscar la reconciliación y la unidad, y el mejor método para unirnos es el método democrático.
Qué bueno que se están llevando a cabo las elecciones con voto directo y secreto para que las maestras y los maestros elijan libremente a sus representantes.
¡Que viva el magisterio nacional!
¡Que viva la educación!
¡Que viva la justicia!
¡Que viva la democracia!
Gracias.