26 de abril de 2024

Trabaja sector agroalimentario en esquema de aseguramiento para productores de regiones en pobreza y marginación

  • El proyecto piloto, previsto para comenzar a operar en el ciclo primavera-verano 2022, propone que en caso de acceder a una indemnización ésta sea pagada directamente al productor por parte de la aseguradora, sin ningún tipo de intermediación, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
  • El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) expuso que los efectos del cambio climático y el conflicto en Europa del Este llaman a discutir el rol de los seguros y su impacto en la resiliencia del sector agropecuario de América Latina.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, instituciones federales, organismos internacionales y compañías aseguradoras trabajan en un esquema piloto de aseguramiento para productores de pequeña escala de granos básicos, ubicados en regiones con pobreza y alto grado de marginación y que no pueden pagar la prima de un seguro, para que queden protegidos ante daños provocados por sequías o exceso de humedad.

El proyecto piloto, previsto para comenzar a operar en el ciclo primavera-verano 2022, propone que en caso de acceder a una indemnización ésta sea pagada directamente al productor por parte de la aseguradora, sin ningún tipo de intermediación, informó el titular de la dependencia, Víctor Villalobos Arámbula.

Al participar en el XVII Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo del Seguro Agropecuario (ALASA) 2022, el funcionario federal sostuvo que el seguro es fundamental para la producción agropecuaria y pesquera, avanzar en la seguridad alimentaria y atender los efectos negativos en la población rural.

Ante la vulnerabilidad de las actividades primarias a los efectos adversos del cambio climático, abundó, los seguros representan un instrumento de respuesta estratégica para proteger la inversión y patrimonio de los productores de todas las escalas en México.

Villalobos Arámbula indicó que el sector primario es una actividad de riesgo y en lo general depende de las condiciones climáticas para su buen desarrollo, aunque en la actualidad cada vez es más frecuente ver contingencias y siniestros por los imponderables climatológicos.

Bajo este escenario, dijo, Agricultura cuenta por primera vez con una Dirección General de Gestión de Riesgos y que, recientemente, los integrantes de la Comisión Intersecretarial para la Atención de Sequías e Inundaciones (CIASI) validaron que sea la responsable de emitir las opiniones técnicas necesarias que sirvan como soporte para la activación de los Esquemas de Atención a Condiciones Emergentes operados por la banca de desarrollo u otras entidades vinculadas al sector.

En el evento, donde participaron productores, empresas aseguradoras privadas y públicas, organizaciones y autoridades de diferentes países de Latinoamérica, el secretario Villalobos Arámbula expuso que ante la mayor ocurrencia de huracanes, sequías, inundaciones y heladas es una prioridad contar con estrategias público-privadas para la atención y gestión de riesgos por efectos climatológicos negativos en la población rural.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, agregó, América Latina se proyecta como una de las regiones más vulnerables ante los efectos e impactos del cambio climático, lo que podría incidir en escenarios futuros de bajos rendimientos de cultivos, mayor incidencia de incendios forestales, desertificación y cambios en los patrones de precipitación y tormentas, entre otros.

El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, resaltó que entre las premisas del organismo están el apoyar el rol protagónico de los productores agropecuarios y destacar el papel fundamental de la ciencia e innovación como insumo para el diseño de las políticas agropecuarias.

Enfatizó que el tema del cambio climático y el conflicto en Europa del Este llaman a discutir el rol de los seguros agropecuarios y su impacto en la resiliencia del sector agropecuario de la región.

El ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Renato Alvarado Rivera, comentó que se trabaja con los ministros de Centroamérica para modificar los mecanismos de producción y comercialización, con el acompañamiento de recursos financieros aplicados en la trasferencia de tecnología e innovación.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, José Ángel López Camposeco, mencionó que el foro coadyuva en la búsqueda de instrumentos para mitigar los riegos en el sector, los cuales tienen que llegar a los agricultores por la ruta pública y privada y proteger los productos más susceptibles como los granos básicos.

El ministro de Agricultura y Ganadería de Argentina, Matías Lestani, indicó que la sequía afectó más 14 millones de toneladas de cultivos y 14 millones de cabezas de ganado, de ahí la necesidad de implementar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la resiliencia en el sector para la producción de alimentos.

El presidente de la ALASA, Juan Carlos Cortés, dio a conocer que en el evento se abordaron el avance tecnológico digital en el seguro agropecuario, comprendió también una vista a zona lacustre de Xochimilco y se conocieron innovaciones en tema de seguro agropecuario en el mundo.

En el evento, Villalobos Arámbula entregó un reconocimiento al presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Oswaldo Cházaro Montalvo, una de las mayores entidades de administración de riesgos para el sector pecuario en América Latina. En la actualidad se cuenta con ocho tipos de seguros para la protección de los ganaderos del país.

Los fondos han permitido desarrollar esquemas de aseguramiento para los riesgos que afectan a la producción e infraestructura ganadera, incluso tener un esquema de protección de vida para todos los productores con actividades ganaderas, avícolas, porcícolas, apícolas, sus familias y trabajadores, así como a grupos de personas vulnerables dentro del sector agropecuario.

El esquema de administración de riesgos de la CNOG ha trascendido como un modelo exitoso, con altos estándares ante el mercado internacional de los reaseguradores donde juega un papel importante, por lo que han despertado interés de réplica en otros países, ya que da respuesta a riesgos que pueden afectar a la producción ganadera.