En el intenso activismo presente en el estado, su actitud resalta en este gran proceso transformador. Eleazar Guerrero Pérez, candidato a diputado federal por la vía de representación proporcional, destaca por su entusiasmo.
Su cercanía con la gente no es casual ni producto de las campañas iniciadas, sino un estilo arraigado desde hace muchos años, su forma personal de hacer política. Ha participado cargando bultos de cemento, excavando zanjas junto a vecinos e incluso comiendo sentado en el suelo. Innegablemente, conoce de cerca las necesidades populares.
Cuando el presidente afirma «Más territorio y menos escritorio», se refiere a estar cerca del ciudadano, conversar con ellos, recorrer sus comunidades y experimentar el cansancio tras una ardua labor. Así se comprenden sus necesidades apremiantes.
Por eso, Eleazar Guerrero entiende el sentir popular. Encabeza marchas bajo el sol, reparte información y lleva el mensaje transformador. Estuvo presente en el registro de Rocío Nahle, sumándose a los ciudadanos, como uno más de ese enorme grupo de simpatizantes que participó en ese evento.
Durante la visita de Claudia Sheinbaum a Minatitlán y Coatzacoalcos, el también dirigente de Unidos Todos, realizó recorridos por diversas colonias entregando información, para invitar a los habitantes de esos municipios y también en Cosoleacaque; para escuchar a la candidata morenista. Ha impulsado a los jóvenes y formado cuadros para el Movimiento de Regeneración Nacional.
Guerrero Pérez es un activista incansable que mantuvo los pies en la tierra como subsecretario de la SEFIPLAN. Pese a voces desinformadoras sobre su salida, prevalece el aprecio de quienes lo conocieron. Recibió un gesto cálido con mariachis, muestra de sólidas amistades construidas.
Sin duda, será la voz veracruzana en el Congreso de la Unión, pues ha sido protagonista del cambio en Veracruz, el mejor Guerrero de la Transformación.
