27 de abril de 2024

EL ODIO| Por Arturo del Bosque

El odio como instrumento, como motor y combustible de fieras maquinarias, propagandísticas, doctrinarias e ideológicas, odio que se remonta a los albores de la humanidad, para los que profesan la religión católica o cristiana en el Genesis que aprendieron conocieron del odio que hacia su menor hermano profesaba Caín, hijo de Adán y Eva y que le llevara a asesinar con una quijada de burro al benjamín Abel, quizá como presagio de que, a lo largo de la humanidad, fuese este sentimiento que ciega y obnubila, el que habría de envenenar almas y corazones, cuanta aflicción, dolor y muerte ha causado entre los hombres, entre hermanos, hermanas, amigos, enemigos, este terrible sentimiento que, a decir de tantos, encuentra morada y acogida en espíritus mezquinos, ambiciosos y miserables, odio que le teme y se siente frágil y desvalido frente a su contraparte, el amor.

Fue el cultivar el sentimiento del odio lo que en la Alemania nazi llevo al exterminio de millones de judíos, una situación precaria en lo económico y social prohijó a un sujeto torvo y pequeño, Adolfo Hitler, peste y azote de la humanidad a mediados del siglo diecinueve, en ese afán que el hombre tiene de buscarse culpables para no ver su miseria, fueron conducidos, manipulados con una estrategia propagandística que se tornó en una máxima que se repite y se repite a lo largo de la historia, “Una mentira repetida mil veces, logra convertirse en verdad”,  Joseph Goebbels.

En tiempos más recientes en América Latina se instaló este sentimiento, el odio visceral a lo que se llamaba la amenaza comunista, así se impusieron por la fuerza de las bayonetas y los fusiles, las terribles y sanguinarias dictaduras en nuestro continente, todas, todas impulsadas y apoyadas desde los Estados Unidos, recién ha fallecido Henri Kissinger, artífice de la gran mayoría de golpes de  estado e intervenciones militares a lo largo de toda América, un siglo entero vivió este sujeto macabro y maquiavélico, que regó con la sangre de miles de jóvenes loa estepa en la que floreció este sentimiento absurdo y que cegó cientos de miles de vidas, malhaya sea la hora en que la humanidad pario a semejante engendro.

En nuestro país, la experiencia amarga de eventos que nos llenan de vergüenza, fueron alentados por irracionales sentimientos de odio, la noche de la felonía y el atroz crimen en contra del hermano del entonces presidente Francisco I madero, Gustavo Madero asesinado no sin haber sufrido toda clase de vejaciones y tortura por una soldadesca ebria y cegada por el odio inducido por la prensa canalla y mandos superiores miserables criminales que, por fortuna, no prevalecieron, así mismo tras el derrocamiento y muerte del presidente Madero, una caravana de fifís de aquella época, festinó en las calles ambos crímenes, el del hermano y el del presidente, época que, como dijimos, nos llena de vergüenza.

En el llamado México moderno, en la elección presidencial del 2006, de nuevo la propaganda, prensa inmunda e inmundos publicistas, el español Antonio Solá y el gringo Cris Morris, diseñaron estrategias propagandísticas que buscaban generar y lo lograron parcialmente, ese sentimiento de odio, no hacia una colectividad, ni hacia un grupo étnico o religioso, sino contra una persona, el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, reencarnación según ellos de todos los males habidos y por haber, se acuñó la frase que permeó en espíritus mezquinos y viscerales de “López Obrador, un peligro para México”, el poder en sus más variadas manifestaciones, las cúpulas empresariales, el gobierno todo, la iglesia y la prensa alineadas con un solo objetivo, descarrilar, vía la descalificación, la injuria y la calumnia, la carrera política de el Lic. Andrés Manuel López Obrador, como después vimos, vano intento, emulando a los próceres que nos antecedieron, se derrotó a esta siniestra maquinaria, doce años después.

Al día de hoy y desde que asumió como presidente el Lic. López Obrador, este esquema de odio ha seguido alentándose, desde una prensa cada vez más disminuida y sin credibilidad, por lo tanto y en su desesperación, se han vuelto más estridentes, cínicos y mentirosos, el publicista Carlos Alazraki, un tipo mediocre y vulgar ha dicho sin empacho alguno que, mientras más mentiras digas en contra de morena, partido en el poder, mejor te ira en tu objetivo de desprestigiar y atacar al presidente y a su partido. La altísima aprobación del presidente de la república y la clara preferencia electoral que posee la candidata del movimiento Claudia Sheinbaum Pardo, nos dan una muestra clara de que, los medios convencionales y sus cómplices en la política, van perdiendo la batalla de las ideas, por tal recurrirán y recurren al odio como único elemento para aglutinarse en torno a una candidatura fallida y en picada, solo el voto de odio le quedará en la mochila a esta propuesta de la derecha, un perfil desinflado, cómico y  patético.

Este fenómeno, el del odio, se ha replicado recientemente en la republica de Argentina, el país de Borges y Cortázar ha derivado hacia la descomposición, se ha desvirtuado el lenguaje, la inteligencia que por años se les atribuyó a los ciudadanos de aquel país, hoy esta en entredicho, ante una situación muy preocupante en lo económico, decidieron que no era mala la idea de empoderar y darle las riendas de un país a un cómico, un ente generado por el tic toc y la televisión, un energúmeno manipulado desde la oscuridad por los verdaderos mandantes en Argentina, el ex presidente Mauricio Macri y las cúpulas empresariales, este sujeto fanático  desde que asumió la presidencia de su país, aplicó un ajuste totalmente similar a los de presidentes del pasado como Saul Menem o Fernando De La Rúa, programas y ajustes ortodoxos que le cargan a la población el peso de las crisis heredadas y los problemas estructurales que por años han mantenido en la pobreza a amplios sectores de la población. Ante el evidente descontento popular, los propagandistas del nuevo gobierno argentino han echado a  andar una propaganda que busca y se sustenta en generar odio, odio entre argentinos, se odia a los sindicalistas, a los que protestan a los que no se conforman y disienten, frente a estos, se presenta una clase social que presume de que ellos si laburan, como si no lo hicieren los millones de obreros, albañiles, empleados comerciantes, Profesionistas, se ha generado odio en contra de periodistas independientes y comprometidos, hacia las venerables madres de la plaza de mayo, símbolo de la lucha y la resistencia argentina, hoy el odio es el motor que mantiene en el precario coto de poder a este individuo, cuando los argentinos tomen conciencia de la burda maniobra, este castillo de naipes rodará inexorablemente, hacemos votos porque no sea doloroso ni se sufra de la represión que ya anuncian dos mujeres, la vicepresidente y la encargada de la seguridad interior, dos especímenes que, también en mala hora fueron paridas en el país que por años fue faro y símbolo de progreso y esplendor, hala Argentina, cuánta razón tienen tus sufridos e indignados hijos cuando corean enfurecidos, “MILEI, BASURA, VOS SOS LA DICTADURA”.

JESUS ARTURO DEL BOSQUE DE LA PEÑA/OPINION/SALTILLO, COAH/7 DE ENERO 2024