12 de mayo de 2024

Desafiando la obsolescencia: Estudiantes del Instituto Tecnológico de Xalapa restauran un brazo robótico

Estudiantes Ingeniería en Mecatrónica se enfrentaron a un desafío complicado: la rehabilitación de un brazo robótico envejecido. Jesús Antonio Colorado Arrazola, Miguel Ángel Osorio Carballo, Juan Enrique Mateo de la Rosa, Jairo López e Hilario Navarro Chimal, valientes y emprendedores, se embarcaron en esta aventura tecnológica.

El brazo robótico, víctima del tiempo y la obsolescencia, sin posibilidad de recibir mantenimiento en su antigua consola, debido a componentes que se consideraban reliquias del pasado, que, gracias a que estos estudiantes no se rindieron fácilmente, buscando una solución innovadora que pudiera revivir al antiguo gigante de acero.

El equipo decidió implementar un control PID (Funciona como un cocinero que ajusta constantemente el fuego y el tiempo de cocción para obtener el resultado perfecto en una receta); en cada servomotor, otorgándoles variables de entrada desde una aplicación móvil.

Este audaz enfoque les permitiría reemplazar el tradicional «teach pendant», el control físico del brazo, por una interfaz más moderna y accesible. Sin embargo, el camino hacia el éxito no fue sencillo, pues se encontraron con innumerables obstáculos que alimentaron su frustración.

Los desafíos se materializaron en forma de costos elevados, con la necesidad de adquirir múltiples componentes para que el proyecto pudiera cobrar vida. Además, ensamblar el brazo con sus motores, bandas y circuitos requería una minuciosa atención, prolongando los tiempos de ensamblado. Los estudiantes también se enfrentaron a la necesidad de optimizar su proyecto en medio de sus clases regulares, equilibrando el tiempo y los recursos disponibles.

El mayor reto, sin embargo, residía en el diseño de la aplicación y la formulación de un control PID completo y preciso. Cada movimiento del brazo debía ser calculado con precisión milimétrica para evitar errores que pudieran comprometer su funcionamiento. La paciencia y la dedicación se convirtieron en las virtudes.

Aunque la aplicación solo tiene un propósito educativo, ya que no cumple con los estándares de precisión necesarios para la industria, se convierte en una valiosa herramienta dentro del plantel. Los estudiantes pueden estudiar su funcionamiento, controlarlo, ensamblarlo y adquirir conocimientos de programación, ya sea en modo manual o automático, para realizar acciones repetitivas. Además, permite simular y comprender su antigua función: organizar la materia prima en la bahía.

Estos audaces estudiantes, con la mirada puesta en el futuro, sueñan con enfrentar nuevos desafíos. En futuros proyectos, aspiran a desarrollar sistemas de rehabilitación para diversos tipos de brazos, consolidando su experiencia en el ámbito de la tecnología y demostrando una vez más su capacidad para superar la frustración y la adversidad.