EN PRIVADO
Por Ricardo Ramírez Juárez
AMLO: Un Presidente con convicciones
¿Recuerdan la historia de la cubeta llena de cangrejos mexicanos?
La dejaban sin tapa porque los cangrejos en lugar de apoyarse para salir, literalmente preferían quedarse en la cubeta a permitir que uno saliera.
Esta analogía parece repetirse continuamente y se hace mucho más notorio en épocas electorales.
Los partidos de oposición en lugar de enfocarse en hacer bien las cosas en los estados y municipios en los que la población les dio su confianza, aun con todos los malos resultados de los sexenios pasados, prefieren tratar de ganar terreno echando mano de diversas estrategias y medidas desesperadas para desestimar el trabajo que ha realizado el equipo comandado por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, como lo dijo el gran poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón, en una de sus celebérrimas cuartetas: “Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan”, así mismo, el plumaje del Presidente “es de esos”.
Y es que millones de personas que han visto cambios reales en sus casas, en sus familias y en la transformación de México confían en él y es esta confianza y cariño lo que hace que los embates, provocaciones y golpes bajos, no surtan el efecto que sus detractores pretenden.
En 2024, el Presidente de la República, terminará su sexenio, un sexenio marcado por la pandemia, por vertiginosos cambios tecnológicos y por guerras, pero a cinco años y gracias a su propuesta de transformación, son muchos los resultados tangibles entre los que se pueden destacar el tren maya, la refinería de Dos Bocas o la estabilidad del peso, ¡sí, la estabilidad del peso! sólo por mencionar algunos.
Empresarios con evidentes propósitos económicos, periodistas millonarios y políticos añejos, quieren culpar al presidente hasta de los fenómenos naturales como el Huracán Otis, pero se olvidan de que no se trata de echarse la bolita sino de hacerse responsables y ayudar a resolver las situaciones que en el México actual están y seguirán ocurriendo, esto es, priorizar el bien común sobre el bien individual y de grupos selectos.
La oposición, en su inexplicable arrogancia, piensa que al presidente se le está acabando el tiempo, sin recapacitar que son ellos a quienes el reloj les cobrará factura y esto será evidente en junio del 2024, cuando deberán buscar nuevas formas de sacar ventaja de los recursos del pueblo.
Regresando a la analogía de los cangrejos, deberán buscarse otra cubeta.
