29 de marzo de 2024

Agricultura de temporal sostenible, ambientalmente sana y viable

La agricultura sostenible requiere desarrollar sistemas más acordes con las necesidades de la sociedad actual, amables con el medio ambiente, y social y económicamente aceptables.

Además de una practicar una labranza de conservación, una buena nutrición orgánica y seleccionar semillas de variedades criollas de maíz, que mejor se adapten a cada región, la agricultura de temporal sostenible requiere de otras prácticas como son:

Manejo ecológico de plagas: en donde es importante reconocer que los diferentes organismos que interactúan con el cultivo ya sean microorganismos, plantas o animales, dañinos o benéficos, son elementos del agroecosistema, por lo cual se debe buscar la coexistencia con ellos (manejo) en lugar de controlarlos o erradicarlos. Este concepto es la base del manejo ecológico de plagas.

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Un buen diagnóstico de las especies que atacan cada cultivo y cuándo lo hacen ayuda a detectar e identificar oportunamente los problemas y tomar decisiones acertadas de manejo.

Almacenamiento eficiente de grano y semilla: Lo más importante antes de almacenar tanto el grano como la semilla es asegurarse que el contenido de humedad del maíz ya desgranado sea menor al 12 por ciento.

El proceso de verificación de humedad en el grano es muy sencillo, consiste en colocar grano hasta poco más de la mitad de un frasco transparente de vidrio, exponerlo al sol al medio día por 30 minutos y si se observa el frasco con gotas de agua, entonces la humedad del grano es aún mayor al 12 por ciento, para eliminarla será necesario asolear el grano dos o tres días más, cubriéndolo por las noches.

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Una buena opción para conservar los granos y semillas es el uso de recipientes herméticos, pues impiden la entrada de aire que necesitan tanto las plagas como los patógenos, con lo que se disminuyen o detienen los daños. No requiere de aplicar insecticidas para proteger el grano, lo cual representa un ahorro, además de ser un método no contaminante que evita riesgos a la salud de la familia y daños al ambiente.

Finalmente tenemos el manejo foliar, este fertilizante se aplica a las hojas de las plantas, se absorbe mejor y sus resultados son más rápidos. La principal utilidad del manejo foliar es corregir los problemas nutricionales de los cultivos, su aplicación optimiza el cultivo y logra plantas nutridas y fuertes.

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Entre las ventajas del manejo están: rápida nutrición de los cultivos, 75% menos uso de urea (nitrógeno), menor daño a la biodiversidad del suelo mayores rendimientos en la producción; aumento de esquilmos (rastrojo) desde el primer año para tener más cobertura sobre el suelo, evitar erosión y evaporación y en dos o tres años se integra al suelo como materia orgánica aumentando la biodiversidad.

El foliar para las plantas es como una aplicación intravenosa de vitaminas para los humanos.

La agricultura sostenible persigue satisfacer las necesidades humanas de alimentación saludable mediante principios básicos como: la mejora de la calidad en el medio ambiente, la preservación de los recursos naturales, el uso eficiente de los recursos agrícolas, la adaptación a los ciclos naturales biológicos, así como el apoyo al desarrollo económico rural y a la calidad de vida de los agricultores.