18 de abril de 2024

A dos años del inicio de la 4T y la izquierda social constitucionalista que encabeza AMLO

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

Se cumple dos años que el pueblo de México rompió con el viejo orden político post revolucionario, y no fue casual ni involuntario, fue producto de un proceso de degeneración de la política y un proceso paulatino de decadencia de la clase política en el poder durante los últimos 30 años anteriores a los dos de Andrés Manuel López Obrador, iniciando en el sexenio de Salinas de Gortari (PRI), seguido por el de Ernesto Zedillo (PRI), posteriormente, con los dos sexenios frustrados de una pseudo transición democrática que encabezaron Vicente Fox (PAN) y Felipe Calderón (PAN), y terminando con el de Peña Nieto (PRI). Los resultados de esos 30 años de ineficientes gobiernos de la república fueron una profunda crisis pública que se refleja en casi todos los indicadores de la vida pública: violencia e inseguridad, pobreza y marginación, rezagos abismales en educación, desigualdad y corrupción, y que paradójicamente, pudieron haberse subsanados durante esos sexenios, puesto que muchos gozaron de finanzas sanas, y haber estrechado la brecha entre la inmensa mayoría de mexicanos en la pobreza y en la subsistencia diaria, y la élite que se viene enriqueciendo a costa de la política; situación que llevó a los mexicanos y a las mexicanas a optar por la alternancia política de Andrés Manuel López Obrador.

México pudo ser otro México, sin esa degeneración de la vida pública y política que se intenta obviar y olvidar. Los resultados de esa decadencia de la política y la clase política que no tan sólo dejaron a un país con una profunda crisis pública y una transición democrática que se debate entre la vida y la muerte, por la resistencia de los remanentes de esa clase política (PRI-PAN-PRD) en alianza con los ricos de México por desbarrancarla y hacer que fracase, y su esperanza de volver al poder político y público; sino también a millones de mexicanas y mexicanos que aún sin nacer están condenados a la pobreza y a la marginación.

Se dice que lo que importa en la política no es la empatía y solidaridad con los más desprotegidos, lo que importa a la política y a esa clase política es el poder, y principalmente, el dinero, las arcas públicas, a partir de la alternación democrática obradorista, los demonios se soltaron e intentan convertirse en santos, y los santos son declarados perversos demonios, los que antes ignoraban el clamor de justicia e igualdad de millones de mexicanos, ahora intentan ser inflexibles revolucionarios en defensa de los desprotegidos y la democracia; la búsqueda del poder público no tiene límite.

En un artículo anterior, escribí que no he presenciado el mea culpa de esa clase política que hoy vemos redentora, y en cambio si he visto, un afán desmesurado, nervioso, arrogante, por deslegitimar a toda costa la alternancia democrática de AMLO, que los ha llevado al paroxismo de no distinguir entre problemas de estado de los propios de una alternativa política en tiempos de campañas electorales; una oposición visceral e inmoral que le da lo mismos la grave pandemia del coronavirus que vive México y el mundo, que un video tomado al hermano de AMLO recibiendo dinero para el financiamiento ilegal al movimiento MORENA, que inunda en complicidad con los grandes consorcios de comunicaciones el reguero de malas noticias de enfermos y muertos por la pandemia del coronavirus, sin la capacidad de asumir su responsabilidad ética de coadyuvar en la nueva cultura de la cercanía y la higiene, ojalá al igual que ocupan horas y horas de tiempo de transmisión para

denostar y deslegitimar la alternancia democrática de AMLO, lo ocuparan para educar a la población en la sana distancia y el uso del cubrebocas, pero como lo dije, lo que importa es hacer fracasar la alternancia democrática que representa AMLO.

Dicen que para muestra basta un botón, en esa guerra sucia no hay códigos éticos ni conciencia moral, hay estrategias política variopintas y marketing, a los mexicanos y las mexicanas se les ven como muestra orgánica en una probeta de laboratorio para experimentar cuáles son los reactivos más efectivos para hacerlos perder la memoria y no sepan distinguir entre 30 años de funestos gobiernos corruptos, de los 2 años de gobierno de la alternancia democrática de Andrés Manuel López Obrador, en su lucha intensa por restituir la funcionalidad perdida del estado mexicano y sus instituciones, en su objetivo de crear una cultura de la legitimidad, la legalidad y la paz, en su meta de hacer de los más desprotegidos el objetivo de la política, y en su idea de formar un relevo generacional sano a la clase política envilecida y enferma de poder y por el poder.

Hace poco el director general de la OMS hizo una recomendación, por cierto justa, a México y Brasil, e inmediatamente todos los medios televisivos, radiales y en las redes sociales, la oposición a AMLO, editando la intervención del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus para parecer destinada exclusivamente al gobierno federal mexicano, es decir, a AMLO; pero al verla completa, podemos darnos cuenta que se evita la consciencia que vivimos en una federación, por lo tanto, las responsabilidades son tanto al gobierno federal, estatales, como a los municipales, y podemos también observar que la recomendación del Dr. Tedros a México, va dirigida a los líderes sociales, a quienes recomienda respetar las medidas sanitarias para evitar el incremento de enfermos y muertos por la pandemia del coronavirus. Se puede interpretar que es una recomendación a todos los mexicanos para no relajarnos ante esa emergencia sanitaria que se vive en el Mundo y México por el coronavirus.

Esta lucha encarnizada de la oposición ha creado un escenario difícil para la gobernabilidad y la gobernanza, AMLO enfrenta varios frentes, uno, el de esa oposición desleal y peligrosa a México, otro, la pandemia del coronavirus, otro, una economía mundial en recesión, otro, una crisis petrolera que no ha permitido rescatar a PEMEX como la principal empresa estatal que pudiera dar dividendos para el crecimiento, otro, una clase empresarial que lo primero que hizo para cuidar sus riquezas mal habidas fue sacarlas del país, y en contubernio con los partidos de oposición se han dedicado a frenar la transición democrática esencial para el futuro con certeza de México.

Los bulos y la desinformación es el pan nuestro de cada día, hay un escenario político fácil de distinguir, y enfrentados, la alternancia democrática que representa AMLO y la oposición, un mezcla deforme de partidos políticos, empresarios, consorcios de comunicación, asociaciones de fifís revolucionarios, y la iglesia, sin una proyecto de país, y unidos por la sed de poder y sacar a AMLO de la presidencia, desafortunadamente así de simple.

Y para sacar a AMLO del poder público las críticas y acciones mediáticas van desde la descerebrada propaganda que AMLO va a reproducir una Venezuela de México, o que AMLO es el responsable de las muertes por el covid19, o que AMLO provocó la crisis económica que vive México, en fin, ubican en estos dos años de gobierno progresista de AMLO todos los males habidos y por haber de México, y claro, acciones y estrategias políticas basadas en la desinformación y la mentira, en la carencia de presentar análisis serio y científicos, de la mano del bulo, y la retórica y modelo

propagandístico goebbeliano, de repetir una mentira hasta la saciedad hasta hacerla parecer una verdad.

AMLO encabeza en el mundo una izquierda social, que representa una opción para México y acabar con la desigualdad social que provocó el neoliberalismo perverso a la mexicana, pero como lo dije en una publicación en facebook, “antes en México debemos consolidar la transición democrática que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y parar a los reaccionarios de la derecha quienes busca afanosamente un regreso a la impunidad y a la simulación”.

No podemos volver a un sistema económico y social basado en el libre mercado y el consumismo, que ha dejado un mundo donde unos cuantos países y familias tienen las riquezas del mundo y la mayoría vive en el umbral de la subsistencia, y que en los países como México, ha dejado más de 60 millones de mexicanos en la pobreza y un 1% con la mitad del PIB, con un viejo orden político y una clase política cómplice de ese saqueo de las riquezas públicas, que como dije, en los últimos 6 sexenios fueron los más nefastos y corruptos que provocaron la crisis pública que hoy vive México.

Debemos entender que una cosa es que vivamos en un sistema de libre mercado capitalista y otra es la desigualdad en la distribución de las riquezas, además que veamos a esos normal y justificarlo. No podemos seguir evadiendo que hay más de 60 millones de mexicanos y mexicanas que viven en el umbral de la pobreza, y que “unos pillos” como la clase empresarial acumule la mitad del PIB de México, y claro que hay izquierdas sociales no marxistas y no castristas-chavistas en el sistema neoliberal, aun en los países más neoliberales hay ejemplos, como son los países escandinavos, en donde el PIB es más equitativo y redistributivo.

El debate está en la alternativa en México de una izquierda social que no se le vincule a dictaduras marxistas-leninistas, ya que esas han fracasado como alternativas al neoliberalismos, vamos hablar de izquierdas sociales constitucionalistas como las que encabeza AMLO en México, es la única alternativa al capitalismos salvaje y aberrante que ha vivido México en los últimos 30 años de gobiernos prianistas.

Por último, puedo entender como estudioso del psicoanálisis la conducta de los reaccionarios, de la burguesía, de la derecha y del resabio de la vieja clase política que añora el viejo orden político de la simulación y la corrupción, donde está forcluido el concepto “incorrecto” y “malo”, y que actúan y piensan cómo si no hubieran hecho nada malo a México. Y sé que la política en estas latitudes es un oficio enfermo, cruel y perverso, retumba en nuestros oídos cuando Fidel Herrar Beltrán decía en un audio, “¡Potro! pide lo que quieras, ¡estamos en la plenitud del pinche poder”.

Lo que me preocupa es que si fracasa la alternancia democrática de AMLO y no se consolida la transición democrática, esto significa más sufrimientos y dolor para nuestros hijos e hijas, para nuestros pueblos, para México. A veces confió en la consciencia de los mexicanos y que no olviden a los miles de compatriotas que no debieron morir, por la pobreza, por la falta de atención médica, por la violencia, por la ignorancia, por la pandemia del coronavirus, por ellos debemos parar esta locura e irracionalidad que vivimos de la lucha por el poder, y entender y aceptar la transición democrática que vive México, consolidarla y apostar por un mejor porvenir para México.

¿Cuándo arribaremos a la gran política y el debate de las ideas?

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