Hay una concepción muy particular del “tiempo” en política en México, principalmente por el uso que hace del “tiempo” la oposición al presidente Obrador, todos los personajes, tanto políticos, académicos, intelectuales y comunicadores, cuando se refieren al gobierno del presidente Obrador, no sé si inconscientes o conscientes, transmiten la sensación que es un gobierno demasiado largo aun cuando sólo han pasado 4 años de su mandato, y que en “ese tiempo” hubieran germinado todos los males de México, algo así como nacimiento por generación espontánea.
Los personajes de la oposición al presidente Obrador se presentan como “nuevos personajes de la política” que no tuvieran pasado, sus biografías son mutiladas situando sus nacimientos en el presente, ¡como si no tuvieran nada que ver con el pasado!, aun cuando muchos de ellos hubieran tenido cargos de relevancia en las pasadas administraciones federales de los gobiernos prianistas, y fueron partícipes activos y destacables en la paulatina degeneración de la vida pública de México.
El tiempo prehispánico de nuestros originarios era cíclico, el tiempo occidental, lineal, la primera concepción implica un momento de inicio y otro de término, la segunda concepción es una acumulación infinita de la experiencia de la continuidad del ser. Muy a la mexicana nuestros personajes políticos se presentan sin bochorno renovados, modelando una narrativa que antes era retórica para justificar la apropiación del poder, y ahora, histriónicos se presentan como auténtico y acérrimos demócratas, defensores a ultranza de la legalidad y la transparencia, moralista del decoro y la civilidad, e incluso, copian estrategias revolucionarias de izquierda de hacer guerra de guerrillas, cada quien en su trinchera y su perfil propalan y difunden la narrativa falaz de la pulcritud y los valores.
Cualquiera que no los conozcan seguro dirían ¡he ahí a mexicanos que aman a su patria!, jamás pensarían que lo que aman es el dinero y el poder, y que sus comportamientos y acciones van encaminados ha “¡Volver al Pinche Poder!, a administrar el erario público para hacer del estado un negocio personal y de grupo de privilegiados.
El pasado no existe para ellos, la historia de México la leen y escriben a partir de que pierden el poder ante AMLO, y creyéndose muy astutos y subestimado la conciencia del pueblo intentan metamorfosearse en honestos hombres preocupados por el destino de nuestros pueblos, y señalan al “otro” como el culpable, jamás asumiendo su responsabilidad en el deterioro de nuestra vida pública, y mucho menos, aceptando que la política que practican es politiquería, estrategias vulgares fascistas de intentar repetir una mentira hasta convertirla en una verdad, y pese a toparse con la pared, con el despertar de la consciencia del pueblo mexicano, se resisten a portarse como una auténticos demócratas, y arrimar el hombro para “sacar al buey de la barranca” que ellos mismos lo echaron a la barranca.
No hay pasado y por lo tanto no hay culpabilidad, esos políticos del pasado-presente en contubernio con el poder económico haciendo grandes negocios para enriquecerse y preservar el poder público, los personajes de los medios de comunicación sometidos a la censura de palacio presidencial con rollos de billetes y contratos de publicidad y manejo positivo de las acciones gubernamentales e incapaces de ejercer un prensa libre que pueda juzgar a los malos gobernantes, y una buena cantidad de pseudos intelectuales en la comodidad de sus tertulias y programas televisivos de “análisis político” consentidos por el poder político y económico hacen como si no se dieran cuenta de las “raterías” de la clase política, la pequeña élite económica y los principales consorcios de medios de comunicación.
Nadie de ellos acepta la mea culpa ni está dispuesto a hacer oposición constructiva, pues apelan a fantasmas y fantasías, falacias y absurdos, que sólo ellos ven, como que el gobierno federal quiere secuestrar al INE, o que el gobierno del presidente Obrador es comunista, etc., cegados por la sed de venganza y volver a sus pillerías los vemos buscar fórmulas milagrosas para hacer tanto daño como sea posible a las acciones del gobierno del presidente Obrador, y una y otra vez se topan con el despertar del pueblo de México, quien sabe distinguir al buen gobernante que es AMLO, y a los pillos del pasado encubiertos en demócratas de abolengo.
El día de ayer vivimos otra de sus berrinches y absurdos, pues sin siquiera debatir, apelar a su responsabilidad parlamentaria, ni siquiera atender al sentido común, y apelando a su estrategia sistemática de “no es no”, aun cuando sea para el bien de México, votaron en contra de una reforma electoral necesaria para ir terminando con los espacios de impunidad y corrupción, de malversación de presupuesto que deberían ser ocupados para obra social y no para seguir teniendo la democracia más cara del mundo, y en la opulencia a unos impostores demócratas que dirigen al INE, pues quién puede estar en contra de: reducir el gasto superfluo del INE, reducir el número de escaños en el congreso legislativo federal, hacer una simplificación administrativa para ahorrar más dinero al pueblo de México. Casualmente en ese día que se trataba la reforma electoral del presidente Obrador estuve en el congreso de los diputados y con un amigo platicamos que era un monstruo, hablando de lo grande y costoso que presenta mantenerlo, y que fácilmente con sus 500 diputados y cuando menos 3 asesores bien pagados, y el personal de administración y limpieza fácilmente estamos hablando de más de 2500 salario que el pueblo mexicano paga por depositar su potestad en los legisladores para que creen leyes que mejore la vida de los mexicanos, y que paradójicamente los legisladores de oposición al gobierno del presidente Obrador se niegan hacerlo.
A la oposición le parece inconcebible el apoyo incondicional que le tiene la mayoría del pueblo mexicano al presidente Obrador, y trata como en todo de los casos de minimizar y vulgarizar su liderazgo y los logros sociales de su gobierno, están sumidos en una miopía a propósito o quizás psicopatológica, y la respuesta evidente la resuelven en un acto clasista, pensando que la mayoría de los mexicanos son ignorantes, pues para ellos sólo un ignorante puede apoyar este gobierno, y recurren de forma absurda a dimensionar los problemas que ellos mismos causaron y exacerbaron como producto de estos 4 años de gobierno del presidente Obrador, y repiten sin cesar sus análisis reduccionistas y pobres sobre los indicadores de las políticas públicas del actual gobierno, no importa sus logros financieros/fiscales, o sus logros en materia de justicia social, pues para ellos México está peor que cuando ellos se robaban todo el erario público y maquillaban la realidad de los indicadores de las políticas públicas en combate a la pobreza, a la violencia y al crimen organizado, pues aun cuando su exsecretario de seguridad esté preso en los EEUU, vemos al expresidente de México Felipe Calderón hablar de sus logros en materia de seguridad en foros españoles de la derecha en España, sin que un medio de comunicación español le preguntara sobre su ex estrella en el combate a la delincuencia organizada preso en los EEUU acusado de complicidad con el narcotráfico.
Y que decir, de sus nuevos fichajes para el relevo generacional, en primer lugar, la singular Lilly Téllez, ex morenista, y ahora aguzada en el arte del escándalo, a quien el guru de la moda Edy Smol la paró en seco a sus delirios presidenciables, diciéndole, “en su gobierno no habrá payasadas porque no gobernará”, y otros impresentables y patéticos personajes que hace de la política un arte dramaturgo, pues sus dimes y diretes giran en nimiedades y simplezas que tratan de pasarlas los medios de comunicación como la nueva narrativa del relevo al presidente Obrador por parte de la oposición.
Los asesores, sumamente costosos pues cobran en dólares, extranjeros que contratan la “delincuencia” organizada de la oposición a AMLO, no atinan a salir de la estrategia mediática de aprovechar todo lo que sea y hacer un escándalo por muy absurdo que sea, si “los tenis del hijo del presidente son de marca”, o cualquier otra error entre comillas que vean que a cometido el presidente Obrador, o sea, pertrechados esperan el “error”, y así se mueven, al acecho de “las mañaneras”, esperan “la noticia” que tergiversar y hacerla a su favor, sin producir ninguna idea propia, ni una propuesta inteligente para resolver los graves problemas que aún vive México, sin escrúpulos y pedantes hacen como si no pasara nada, su único objetivo lo tienen en la mente y no se mueven de él, el erario del estado, el “pinche poder” como diría el astuto Fidel Herrera Beltrán.
Algunas voces hablan de la vuelta de mitos peligrosos, como el nacionalismo o el caudillo populista, etc., que hay que atajarlos, pero cómo, volviendo a creer en el hombre universal del neoliberalismo, en la civilización in crescendo, o en la naturaleza racional del hombre del mundo griego.
Lo real no admite interdicción, no admite lenguaje, y a partir de ese tope, surgen las nuevas conceptualizaciones de lo humano, México se topó con lo real, y la sabiduría filogenética del pueblo mexicano tomó la palabra, y habló, y vio en el hombre AMLO la esperanza perdida, la salvación de los sometidos, sojuzgados, empobrecidos, hambrientos de hambre pero también de justicia, así que “el valiente vivió hasta que el cobarde quiso”.
La pregunta está en otro lado, no en la vuelta ni en la opción que pueda representar esa oposición mediocre a AMLO, esos personajes cínicos sin memoria, sino en cómo darle contenido a esa ruptura histórica que en política se vivió en el año 2018, lo he señalado, el deterioro que causaron a la vida pública esos vividores de la política no se resolverá en 6 años, tardará un buen tiempo en que esto ocurra, por eso debe el movimiento obradorista trabajar en esos contenidos que permitan consolidar la 4a transformación de forma pacífica de México, y podamos transitar hacia un sistema político y económico inteligente y nacionalista que le de certeza de futuro a las nuevas generaciones de mexicanos, en quien está en sus manos esa reconstrucción de “lo mexicano” y de México.
Diciembre de 2022
