Jueves 26 de mayo de 2022
EN PRIVADO
Por Ricardo Ramírez Juárez
De todo se ha dicho de Juan Javier Gómez Cazarín, diputado local y presidente de la JUCOPO, por segunda ocasión consecutiva.
Que no es un doctor en ciencias políticas.
Que no es un politólogo.
Que no es un político que utilice discursos con frases de filósofos o de políticos o de escritores reconocidos a nivel mundial.
Ni tampoco escucha música clásica ni ópera, la música que supuestamente escuchan los hombres y damas de oídos finos y de elevada cultura.
No hay nada de eso en las virtudes de este personaje.
Lo que si hay es un ciudadano común.
Surgido de la completa adversidad.
Su trabajo era vender carros en la ciudad de Coatzacoalcos, según sus biógrafos más groseros, acusando que de ahí saltó al estrellato.
En parte es cierto, pero no fue así.
Efectivamente vendía carros, que no es ningún delito.
Pero en sus ratos libres se fue enrolando en el movimiento nacional democrático que encabezaba el entonces excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, el hombre más necio y más perseverante que ha parido el país en sus últimos años; cuyo activismo colectivo fue contagiando a otros personajes inquietos e inconformes con la forma tradicional de hacer política.
En Veracruz, siguieron sus pasos otras personalidades, rebeldes, inquietos, y perseverantes, como Cuitláhuac García Jiménez, un joven maestro, hijo de maestros, cuyos analistas políticos de la Secretaría de Gobierno de Xalapa y de la Secretaría de Gobernación de México, nunca le pusieron atención, pues para ellos no significaba ningún peligro en ningún sentido.
Otro rebelde sin compostura en esa misma tesitura era Manuel Huerta Ladrón de Guevara, personaje barbado y entrón, activista intenso, que siempre terminaba enfrentado a los policías cuando era necesario, pero que no representaba ningún peligro para los poderosos cacicazgos que desde Xalapa imponían gobernadores, senadores, diputados federales y locales. Todo.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara, solía comer solo en el restaurante del hotel Salmones, siempre acompañado de un viejo libro, seguramente del Che Guevara, de Lucio Cabañas Barrientos o de Genaro Vázquez Rojas.
Menos, el vendedor de carros de Coatzacoalcos, Juan Javier Gómez Cazarín, de quien tarjeteaban que su vicio más fuerte era escuchar música de chunchaca, cumbiero de corazón, amante de las canciones que interpretan sus músicos de cabecera y sus amigos Nelson Kanzela y Junior Klan, “Como masca la iguana”, “El Oso Polar” y “Menea Menea”.
DIPUTADO LOCAL DEL DISTRITO DE SAN ANDRÉS TUXTLA Y PRESIDENTE DE LA JUCOPO
Juan Javier Gómez Cazarín se fue enrolando y participando en las actividades de los “obradoristas” y del mismo candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, y del entonces candidato a gobernador Cuitláhuac García Jiménez, logrando llamar la atención por la intensidad de su activismo, pero sobre todo por la claridad de sus discursos, sencillos, sensibles, directos al corazón de cualquier ciudadano.
En el 2018, luego de una pugna de varios meses y semanas, finalmente fue elegido como candidato a diputado local por el distrito de San Andrés Tuxtla por la coalición MORENA-PT-PES, logrando ganar en las urnas el cargo junto con sus amigos y aliados políticos, Andrés Manuel López Obrador, en la Presidencia de la República; Cuitláhuac García Jiménez en la gubernatura de Veracruz; Rocío Nahle García y Ricardo Ahued Bardahuil en el Senado de la República.
Por su ficha de activista intenso y perseverante, se impuso entre todos sus compañeros de bancada como presidente de la JUCOPO, cargo que logró mantener con éxito durante su primer periodo de diputado local, en donde logró aprender y a dimensionar el tamaño de su responsabilidad sin dejar un centímetro su lado sencillo y humilde, que inclusive le permitió reconciliarse con sus compañeros de bancada que en los primeros meses de su periodo de legislador local lo atacaron para tumbarlo del cargo o para evitar que llegara a la presidencia de la JUCOPO.
De su cantada inexperiencia legislativa que reiteraron los analistas políticos pagados de la familia Yunes solo quedó en el anecdotario, pues fue tanto el descuido que un protegido clave de los “Yunistas” fue destituido del cargo de Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, quien meses más tarde fue denunciado por diferentes delitos y actualmente se encuentra prófugo de la justicia.
Esa destitución formal y solemne del abyecto y servil de Jorge Winckler Ortiz, le hizo ganar respeto y reconocimiento de propios y extraños.
El diputado novato se había impuesto a una manada de lobos viejos y mañosos sin hacer ruido y sin hacer alarde de su talento natural.
Cuando despertaron, Juan Javier Gómez Cazarín, les había aplicado la misma medicina de Paco Ignacio Taibo II.
DIPUTADO LOCAL PLURINOMINAL Y PRESIDENTE DE LA JUCOPO POR SEGUNDA VEZ
En las elecciones intermedias del 2021, logró que su partido lo inscribiera en la segunda posición de candidatos a diputados locales plurinominales, un lugar privilegiado y seguro casi para todos los candidatos de todos los partidos políticos, menos para MORENA, que en esa elección logró ganar 26 distritos locales uninominales, gracias al trabajo de todos los cuadros morenistas, en especial del activismo de Juan Javier Gómez Cazarín, que recorrió todos los distritos del estado, en calidad de coordinador de brigadas de promoción del voto de todos los candidatos a diputados locales, a diputados federales y a alcaldes de MORENA.
De nuevo salieron los enemigos embozados que desde diferentes frentes le alentaron ataques aprovechando la ambición de candidatas mujeres que también fueron registradas en la lista de plurinominales del partido MORENA, a quienes les hicieron creer que, por su calidad de mujeres, por la llamada “equidad de género”, tenían el derecho ganado de ingresar al Congreso del Estado.
Marchas, plantones, cartas abiertas, recursos legales de impugnación hasta las últimas instancias para buscar tumbar su diputación local plurinominal.
Todo fracasó.
Una vez confirmada su diputación local, sin problema alguno fue ratificado por segunda ocasión como Presidente de la JUCOPO de Veracruz.
ALEJANDRO GÓMEZ CAZARÍN
Y para envidia de sus detractores y enemigos embozados, casi de manera simultánea, su hermano Alejandro Gómez Cazarín, fue electo diputado local por el estado de Campeche y designado por sus compañeros de bancada también como presidente de la JUCOPO.
Y aún más.
JUAN GÓMEZ MARTÍNEZ
Su padre, don Juan Gómez Martínez, en las elecciones locales del 6 de julio del 2021, fue electo alcalde de Hueyapan de Ocampo, un hombre sencillo y trabajador, que, junto con sus hijos, Javier y Alejandro, se enroló en el llamado Movimiento Regeneración Nacional, conocido por todos como MORENA.
No fue suerte, no fue casualidad, sino más bien causalidad, fue la causa y el efecto del trabajo extraordinario que se hizo fuera de la jornada normal, del activismo que se hizo los fines de semana, en las horas libres, en los días de fiesta y en las vacaciones, pero eso sí, lo que nunca dejó de hacer y no ha dejado de hacer, es seguir escuchando música chunchaquera, esa que molesta a los oídos mustios y neoliberales de damas y hombres de gran cultura y a seguir a su equipo favorito de futbol hasta donde vayan y como vayan.
Sus legendarias Águilas del América.
Aun cuando, recientemente, fueron eliminadas de la gran final de la clausura 2022.
Sus Águilas del América, han sido eliminadas, pero su candidato a gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, registrado por la coalición MORENA-PVEM-PT, que ha venido apoyando con sus brigadas de promoción del voto los fines de semana, en sus horas libres, en sus ratos de descanso, se encuentra a pocos días de convertirse en el gobernador electo de ese importante estado fronterizo.
Al final de todo y en todo, es la perseverancia la que se impone en todas las historias.
O como dijo un personaje exitoso cuando le preguntaron, que cual había sido su mejor maestra o maestro, que logró transmitirle sus mejores conocimientos para enfrentar y triunfar en la vida.
El personaje respondió con voz seria y juiciosa. Mi mejor maestra tiene nombre.
Se llamó: Adversidad.
La misma Maestra que Juan Javier Gómez Cazarín, tuvo, y que, para no olvidarla, trabaja todos los días como si no tuviera en donde amanecer el nuevo día.
