TIJUANA, B.C.- Con la presentación del libro “Francisco Galván, Viajero de la Lente, 1918-1963”, se hizo la reapertura presencial de la Sala Federico Campbell del Centro Cultural Tijuana, institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
El historiador Andrés Waldo Espinoza, autor de este libro y el periodista cultural Jaime Cháidez, charlaron con una invitada especial; Celia Galván Ramírez, hija del fotógrafo quien departió con la audiencia que llenó los lugares que el aforo sanitario permite actualmente para este tipo de eventos.
La hoy octogenaria hija de Francisco Galván dijo que su padre amaba a Tijuana, “nació en Mapimí, Durango, pero de muy joven llegó aquí a la ciudad y se quedó, fue de los fundadores del gremio de taxis amarillos en 1924, yo todavía no nacía” rememoró.
“Desde que recuerdo el cargaba una cámara, en el libro se ve una imagen mía, voy corriendo a recibirlo y tengo como dos o tres años” recordó la señora Galván quien se dice “orgullosamente nacida en Tijuana y en la Colonia Libertad”.
“Era muy patriota, era el primero en los desfiles, muy ocurrente, hay personas que aún lo recuerdan”, revela quien actualmente preserva los archivos fotográficos de un hombre que con su lente creo un reservorio de fotos que permiten al lector atisbar al pasado de una ciudad en plena formación.
Sobre las fotos que aparecen en el libro y de las que dice saber el contexto en que fueron tomadas casi todas, Galván Ramirez expresó: “le gustaban mucho los animales, criaba mapaches y perros”, dijo al mirar una foto fechada en 1923 y publicada en este catálogo histórico de imágenes, donde su padre posa junto a su perra “Cacahuata” y un vehículo de la época en California.
“Francisco Galván, Viajero de la Lente, 1918-1963” contiene 98 fotografías de actividades diversas de la vida cotidiana fronteriza; además de autorretratos del fotógrafo pueden verse turistas nacionales y extranjeros en distintos sitios, actos cívicos e imágenes de paisajes que circundaban la ciudad.
Para Andrés Waldo Espinoza, curador de este acervo fotográfico “lo más valioso del mismo es su carga histórica, tenemos fotos de las inundaciones causadas por el Río Tijuana en 1918 que derribaron el Puente México, la construcción de la Presa Abelardo L. Rodríguez, y se pudo identificar al avión Baja California I, fabricado en la ciudad, el cual hizo un vuelo desde Tijuana a Mexicali, luego a la Ciudad de México y de ahí a La Habana, Cuba”.
Al finalizar la presentación, el autor regaló a los presentes un ejemplar del libro, del cual que previamente explicó: “el mayor reto fue ganarme la confianza de su hija, eso fue muy valioso porque pude ingresar a su casa y trabajar con este archivo fotográfico familiar”.