19 de abril de 2024

Historiador habló en Cecut sobre conceptos de temporalidad y revolución

TIJUANA, B.C.- La labor de los historiadores de reflexionar sobre acontecimientos trascendentes para las naciones da significado y contexto a cada hecho histórico, de ahí que el Centro Cultural Tijuana (Cecut), organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, brinde espacios para difundir estos análisis de manera constante.

Dentro del marco de la Conmemoración del Bicentenario de la Consumación de la Independencia de México, el Cecut presentó al historiador Guillermo Zermeño Padilla con la conferencia, “De la revolución de independencia a la revolución mexicana. Aproximaciones a un concepto histórico moderno”.

La directora del Instituto de Investigaciones Históricas, Diana Méndez, dio la bienvenida al público en general, académicos, e historiadores a una charla más del ciclo de conferencias Iraís Piñón, en la que su institución colabora de manera fructífera con el Cecut.

“Es la primera actividad presencial que tenemos en el Instituto de Investigaciones Históricas, después de diecinueve meses de actividades a distancia”, afirmó la académica antes de ceder la voz al coordinador del Programa de Pueblos Originarios y Comunidades, Oswaldo Cuadra, quien presentó al ponente.

Una de las líneas de investigación del Dr. Guillermo Zermeño es la Historia conceptual, sobre la que ha escrito diversos ensayos y el libro “Historias conceptuales” en 2018, cuya participación siguió esta línea de investigación.

La historia conceptual tiene que ver con la compresión de las palabras “les llamamos sintagmas porque son palabras compuestas, revolución de independencia y revolución mexicana, están hechas de un sustantivo y de una adjetivación, son sintagmas, son nociones complejas y compuestas”, afirmó el investigador.

Este concepto toma muy en serio la cuestión de la temporalidad, “el eje de la investigación y de la exposición de los resultados de las investigaciones pasa por la consideración fundamental del tiempo, el tiempo y la memoria, naturalmente de la memoria, como acto de recuerdo”, afirmó el historiador.

Zermeño Padilla, doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Historia por la Universidad Johann Wolfgang Goethe, Frankfurt/Main, Alemania, continuó, “hay un tiempo que nos precede, y que podemos decir alcanza unas ocho o nueve generaciones anteriores”, es el primer tiempo eje explicó porque “es ahí donde arranca toda esta historia, todas las intrigas que se van a generar”.

El docente e investigador del Colegio de México (COLMEX), refirió, “esta charla tiene que ver con quienes nacimos a mediados del siglo XX y que, en ese sentido, tenemos que ver con una historia más reciente que se vincula con la Revolución mexicana”.

“Toda historia no hace más que establecer una relación entre el pasado y el presente, en toda narración es imprescindible el presente, pero el problema es que ese presente es el punto oculto de las investigaciones porque supuestamente los historiadores nos dedicamos al estudio del pasado y lo queremos hacer de manera objetiva, de manera precisa, como si el presente no existiera”, aseguró el catedrático.

El coordinador del Seminario Institucional de Historiografía en el COLMEX habló del concepto Revolución como un concepto moderno, “este vocablo está atravesado por el tiempo, como muchos otros conceptos que son parte de nuestro vocabulario, como cuando hablamos de ciudadanía, de soberanía, independencia, orden y democracia”.

Un ejemplo de esto, explicó el Dr. Zermeño Padilla, es que con el “hecho histórico” de la prisión forzada del virrey Iturrigaray, cambio el concepto de revolución, “se mantenía oscilante entre una semántica tradicional donde no significa más que una revuelta popular y la nueva semántica, que no pone en el patíbulo, ni le interesa fusilar al rey sino que le interesa el orden”.

En la semántica tradicional, apuntó Zermeño, “la sociedad se revelaba por buscar reivindicaciones, pero no por alterar el sistema en su conjunto, mientras que en la modernidad, el concepto revolución se convierte en un concepto filosófico”.

Una de las conclusiones que el historiador propuso fue que a partir del entendimiento de los sintagmas y del concepto revolución, es que se puede situar “a México, América Latina o Iberoamérica, como modernos. El concepto Revolución pone las bases de eso que entendemos como modernidad”, concluyó el expositor.