20 de abril de 2024

CONVERSOS| Por Arturo del Bosque

Converso/Conversa: de convertir. (Adj. y sustantivo).

– Persona convertida al cristianismo, especialmente musulmanes y judíos; en los

siglos XIV y XVI vivían en España muchos judíos conversos. 

– Que ha aceptado una ideología política distinta a la que mantenía hasta ese

momento: es un comunista converso.

En la política mexicana, – quizá ocurra también en otras partes del mundo -, con cierta frecuencia ocurre algo que cotidianamente se ha llamado “el chapulineo”, para referirse a políticos que brincan de una fuerza política a otra sin el menor rubor. Cuando se da este salto de un partido u organización política a otra con ciertas afinidades ideológicas y pragmáticas, no resulta tan criticado; no así cuando el político en cuestión muda de principios e ideología y salta, generalmente de partidos o ideologías de izquierda, hacia formaciones de la derecha. Estos son los llamados CONVERSOS de los que nos ocuparemos el día de hoy.

A finales de la década de los 80s, posterior a la elección presidencial de 1988 y al fraude monumental que impuso a Carlos Salinas de Gortari en la silla presidencial, que despojó de un triunfo legítimamente logrado a las fuerzas progresistas cuyo candidato fue el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, se fue gestando la formación de una agrupación de izquierda, el Frente Democrático Nacional, que formalizaría luego su inscripción ante las autoridades competentes, con el nombre de Partido de la Revolución Democrática, el PRD. Paralelamente, el Partido Mexicano Socialista (PMS), acuerda su disolución y cede su registro al recién formado PRD.

Una gran cantidad de militantes del PRI, abandonan dicho instituto político y se convierten en militantes del naciente PRD; este cambio de partido, no era digamos contranatura, si pensamos que la ideología que profesaba el PRI, en principio era más de tendencia socialista, que propugnaba una economía mixta, programas y acciones de corte popular y un amplio bagaje ideológico de corte socialista, sustentado por grandes personalidades de la política cómo Jesús Reyes Heroles, Enrique Gonzales Pedrero, la maestra Ifigenia Martines, el mismo Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, de cuyo nombre no quisiera acordarme y el joven y enjundioso político y activista, Andrés Manuel López Obrador, entre otros..

Quizá el primer gran salto de una ideología de izquierda a una de derecha fue el que protagonizó el epítome de la traición, Porfirio Muñoz Ledo, ansioso siempre de los reflectores, quien no acepta la candidatura presidencial del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en el año 2000 y decide contender por el mismo cargo, por el diminuto PARTIDO AUTENTICO DE LA REVOLUCION MEXICANA, el PARM. Consciente de su nula posibilidad de triunfo, de manera inverosímil decide declinar en favor de Vicente Fox, candidato del PAN y la derecha en ese mismo año; Muñoz Ledo, sería luego recompensado con encargos menores, y finalmente, al ver el crecimiento y el enorme arrastre popular del entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López  Obrador, decide abandonar a Vicente Fox y se pronuncia por la candidatura presidencial de López Obrador a quien apoya en la campaña del 2006. Cuesta abajo en su rodada, como cantara el gran Carlos Gardel, luego de una Curulen el Congreso por la vía plurinominal, – es decir sin haber necesitado hacer campaña -, exigió para su persona, la titularidad de la Embajada de la hermana República de Cuba.

Al no haberlo conseguido, finalmente pretendió dirigir MORENA, aduciendo una aspiración personal y sobrados méritos, pues había dirigido el PRI (1975-76) y el PRD (1993-96). Por fortuna no logró su objetivo, pero hoy por hoy, es un acérrimo detractor del gobierno de la Cuarta Transformación, critico intestinal del presidente López Obrador, que necesitado de los reflectores, acude igual a los partidos opositores ó a locutores mercenarios en busca siempre de protagonismo. En fin, una manera lamentable de terminar su carrera, que, por duradera, habría tenido más luces que sombras.

Ha dicho el Presidente de la República, que en su calidad de humano es falible y que reconoce que se ha equivocado. No es difícil entender que estos equívocos se refieren, no a su ejercicio en el gobierno de la nación, sino más bien al haber depositado su confianza en dos personajes falsos, veleidosos e hipócritas, ambos de filiación conservadora, que, como verdaderos camaleones, aprovechando el enorme arrastre electoral del Lic. López Obrador que en 2018 lo llevó al a alcanzar la Presidencia de la República y la mayoría en ambas cámaras, bajo los colores de MORENA, estos oportunistas, lograron sendas Curules, nada más ni menos, que en el Senado de la República.

De ese arrastre popular fueron beneficiarios los camaleones que describiremos a continuación. Germán Martínez Cázares, hoy Senador de la República, llegó a esa posición por la vía plurinominal, atendiendo a una invitación personal de López Obrador; su discurso antes de la elección y en los primeros meses del actual gobierno, era de un profundo convencimiento del proyecto de la Cuarta Transformación. Artífice del fraude que impuso a Felipe Calderón en la presidencia de la república, al final regresó a las andadas y renuncia al importante encargo que le había hecho el presidente Andrés Manuel, abandonando la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social, (IMSS); renuncia a la bancada de MORENA en el Senado y se refugia en un nicho de sinvergüenzas llamado Grupo Plural en el Senado, con Gustavo Madero ( ex panista) y Emilio Álvarez Icaza, un atorrante trotaleguas de la “sociedad civil”, que se ha lucrado con la supuesta defensa de los derechos humanos, un camaleón de la política.

“Andrés Manuel es un hombre y un político que mira hacia adelante, no hacia el pasado”, fue la respuesta de Germán Martínez Cázares a pregunta expresa acerca del fraude del 2006; luego se tornaría furioso detractor de MORENA y del Presidente de la República. Vociferante, le dan tribuna en programas de propaganda, que tales son los espacios periodísticos de Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret de Mola, Jaime Cárdenas, Joaquín López Dóriga y el vomitivo de Carlos Alazraki. En el Senado, Germán Martínez fustiga las políticas del presidente en cuestiones de seguridad, cuando su otrora partido, el PAN, del 2000 al 2012, gobernó en franca connivencia con los grupos criminales; uno en especial, el cual tenía en su nómina al Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por nexos comprobados con el cártel de Sinaloa. Converso e hipócrita, este sujeto, se ha convertido hoy en feroz mastín en pos de los logros de la Cuarta transformación, al igual que Álvarez Icaza, otro gran gesticulador. Sólo son eso, gestos, gritos, ruindad y vileza. Y nada más.

El caso más patológico en muchos años es la senadora Lili Téllez; craso error del presidente, reconocido por él mismo, según sus propias palabras, cuando le comunica a Alfonso Durazo, entonces candidato al Senado por el estado de Sonora bajo las siglas de MORENA, que buscara a la hoy senadora Lili Téllez para incorporarla a su fórmula, la sorpresa mayúscula del hoy gobernador de Sonora, cedió a la lealtad al presidente y se abocó a invitar a la susodicha a sumarse al proyecto de la4T.

Obviamente hizo campaña al lado de López Obrador, fustigando a los partidos de siempre, PRI y PAN, acusándoles de corruptos y ladrones. Su animadversión por Margarita Zavala había sido notoria y pública desde antes y aparentemente convencida del proyecto de la 4T, llegó al Senado de la república, pero su permanencia en MORENA fue efímera; sus prejuicios en cuanto a la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo, fueron el inicio de sus encontronazos con el resto de la bancada y finalmente sus posiciones conservadoras y moralinas, llevaron a su ruptura con MORENA y oh! sorpresa, a su integración la bancada del PAN en el senado, partido al que no se cansó de fustigar en el pasado reciente.

A manera de congraciarse con sus nuevos compañeros de bancada, esta política conversa, se desgañita en la tribuna, es más panista que todos los panistas juntos y aunque se sabe falsa a sí misma, en el transcurrir de su actuación, empieza a convencerse a sí misma, de que lo que dice y gesticula es auténtico y no una mera estrategia de marketing para posicionarse como aspirante a la candidatura del bloque opositor a la Presidencia de la república. Una figura patética la de esta

conversa, que recuerda a otra mujer que deliraba con suceder en la presidencia de  la república a su marido Vicente Fox, la inefable Martha Sahagún, que cuando conoció el resultado de las encuestas encargadas por ella misma para medir sus posibilidades de ganar la presidencia, y se entera de que el entonces jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador le lleva una ventaja inalcanzable, decide junto con el bobalicón de su marido, hacer campaña diariamente en contra del hoy presidente; las intentonas por descarrilarlo son sobradamente conocidas.

Este fenómeno de conversas y conversos, se presenta en toda la geografía nacional, y a decir de las fuerzas progresistas que el 1 de julio del 2018 obtuvieron la victoria electoral, generalmente se trata de personas, que llegaron a MORENA el 2 de julio, a las que no se les conocía militancia añeja ni joven en el Movimiento; oportunistas que se tornaron de piel morena y se convirtieron en grandes defensores del régimen que recién iniciaba. Esta repentina conversión y narrativa de apoyo, tenia una clara intención: alcanzar un puesto en la burocracia que junto al Presidente López Obrador iniciaba los trabajos político-administrativos del sexenio, adoptando un falso obradorismo . Sólo les faltó decir que ellos y ellas le daban golpecitos a López Obrador en la espalda, tal como se hace a los bebés para que emitan un eructo descansador. Así de ridículos.

Una vez que el sueño del puestecito burocrático se va diluyendo, paulatinamente van tornando su apoyo y convencimiento en el proyecto de transformación, en una critica hostil y patológica; mienten sin rubor, tergiversan y engañan, presentan cifra y datos obtenidos de nefastos personajes, que, a guisa de periodistas, convierten cada mañana, el aire en gas natural, como dice la canción de Nacha Pop; se les ve en redes y cualquier espacio que consiguen, para con pluma viperina atacar, mentir, inventar contratos ilegales con el gobierno. Se convierten en aduladores y aduladoras de gobernantes locales, de líderes de partidos franquicia que por nuestra democracia pervertida, se han convertido en un lucrativo negocio, en el que líderes sempiternos se erigen en amos y señores de tales institutos políticos, conversos y conversas vociferantes. Quizá, quizá, fíjese usted, en unos meses regresen, a donde estaban antes.

Es que de nuevo vienen, como irresistibles dulcecitos, los añoradospuestecitos.