25 de abril de 2024

Becarios de “Jóvenes Construyendo el Futuro” contribuyen en la preservación de los acervos sonoros de la Fonoteca del INAH

Diez jóvenes fueron capacitados en los procesos del modelo de competencia para el gestor de documentos sonoros

  •  La labor de los participantes ha ayudado a la institución de manera importante en la actualización de inventarios

Uno de los aciertos del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, del Gobierno de México, es que, además de otorgar a los participantes un ingreso para apoyarlos económicamente, son capacitados por especialistas en rubros específicos como el manejo de documentos sonoros. Fue el caso de los partícipes en la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encargada de investigar, compilar, preservar y difundir el acervo fonográfico y documental de música y tradiciones populares orales de México.

Esta instancia del INAH acogió a 10 becarios que tuvieron la oportunidad de apoyar en las labores de preservación de los acervos con los que cuenta el reservorio, luego que en 2019 inició la colaboración con el programa de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el cual giró en torno al proyecto matriz de este repositorio.

El subdirector de la Fonoteca del INAH, Benjamín Muratalla, indicó que la propuesta que hicieron en la plataforma de JCF de la STPS, fue brindar a los participantes capacitación vinculada con la esencia de esta dependencia: difundir, de forma abierta e incluyente, la riqueza pluricultural sonora de música y voz acumulada por el estudio del fenómeno musical.

El etnólogo comentó que cuando inició el programa coincidió con la elaboración, junto con otras instituciones, del Estándar de Competencia para el gestor de documentos sonoros, estructurado con los procedimientos que se llevan a cabo en las fonotecas.

“Este proceso está integrado por varias etapas que deben ser conocidas perfectamente por el futuro gestor de documentos sonoros. En este caso, a los jóvenes del proyecto que se adhirieron a esta propuesta se les capacitó en cada una de las fases del proceso en general y a cerca del objetivo que persigue”.

Subrayó que dicho modelo —aprobado por el Consejo de Normalización y Certificación de la Competencia Laboral, y vinculado con la Secretaría de Educación Pública— cuenta con conocimientos específicos sobre el tratamiento de acervos sonoros, su conservación, documentación e inventario, compartidos a los becarios, a quienes se les dio la oportunidad de ponerlos en práctica, asistiendo a los especialistas que tienen a su cargo los fondos y colecciones.

Una parte destacada en el control de los acervos fue la colaboración para elaborar guardas, realizar la limpieza de discos y el rebobinado de cintas, la reparación de libros, reacomodo de documentos, entre otras labores necesaria ante el abundante trabajo que se realiza en la Fonoteca del INAH.

Benjamín Muratalla comentó que, si bien la Fonoteca del INAH no cuenta con un acervo grande, en cuanto a cantidad se refiere, sí requiere dedicarle tiempo a su investigación y catalogación, por lo que los jóvenes ayudaron adelantando trabajo rezagado, debido al sismo de 2017, revisando de nueva cuenta los inventarios y catálogos, además de reacomodar los fonogramas.

A inicios de 2020, ante la contingencia sanitaria por la COVID-19, el programa se suspendió, ya que no era posible realizar trabajo a distancia, debido a la naturaleza física de la labor con los acervos, aunque al inicio los jóvenes apoyaron desde sus casas, revisando la ortografía, redacción y numeración de relaciones o catálogos en formatos digitales.

“En su mayoría, a los participantes les agradó el trabajo, y varios demostraron una gran entrega en la labor encomendada. Uno de ellos, que estudió música, se interesó mucho en el conocimiento de los acervos, lo que le sirvió para apoyarme, durante un buen tiempo, en atender al público, gracias al conocimiento que tenía de las colecciones que tenemos en la Fonoteca”, finalizó.

La Fonoteca del INAH es una de las más antiguas del país, en cuanto a investigación se refiere. Cuenta con un importante acervo integrado por destacadas colecciones como Testimonio Musical de México, la serie más importante de música tradicional y popular del país, iniciada en 1964, resultado de investigaciones antropológicas e históricas y relacionadas con la etnomusicología; a la fecha ha editado 73 fonogramas.

Además, cuenta con los fondos Carl Lumholtz, Konrad Theodor Preuss, Henrietta Yurchenco, Raúl Hellmer, Irene Vázquez, Arturo Warman, Samuel Martí, Juan Diego Razo Oliva y Jesús Jáuregui, entre otros.