18 de abril de 2024

AMLO EL ESPERADO LÍDER LATINOAMERICANO|A propósito del “fin del mundo unipolar”|Crónicas Ausentes|Lenin Torres Antonio

A propósito del “fin del mundo unipolar”

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

El sueño Bolivariano de una Latinoamérica libre y soberana, capaz de construir su propio destino y garantizar bienestar, seguridad y libertad a sus hijos, es un sueño que en estos tiempos puede ser realidad.

México aun con sus contradicciones, con una democracia simulada, o mejor con una dictadura democrática casi perfecta, era ejemplo y representaba un lugar de acogida a los perseguidos políticos, por acá vimos desfilar a los republicanos en la guerra civil española, a los revolucionarios encabezados por Fidel Castro Rus de Cuba, a los perseguidos de las dictaduras argentinas, chilenas, uruguayas, en fin, que México representaba un muro a la ola neocolonial de los EEUU, que veían y aún ven a América Latina como su “patio trasero”.

El imperio norteamericano nunca dejó de insistir en someter a todos los gobiernos de América Latina al pensamiento conservador neoliberal de derecha, hasta que logró, en el periodo del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, convencer a México de adoptar un pensamiento y una economía neoliberal que trajo como consecuencia, a parte de una degeneración progresiva del bienestar de los mexicanos y la normalización de la corrupción como parte de la praxis política y la cultura del mexicano, que México perdiera liderazgo en América Latina y se le viera como parte del Imperio capitalista.

Pero no tan sólo México cayó rendido en las últimas 3 décadas ante los espejismos democráticos neoliberales ilustrados, y los cambios de perfil hacia la derecha en América Latina se sucedieron unos tras otros, la izquierda progresista de Lula sucumbió al pragmatismo de Bolsonaro, así mismo vimos como el uribismo dejó a un bien aleccionado lacayo del imperio en Colombia, Iván Duque quién le abrió las puertas al imperio para que desde su territorio se pusieran en práctica acciones de desestabilización hacia los países que no comulgan con el imperio, la hermana república de Venezuela, Bolivia y Cuba,  o quién podría ver en Piñera en Chile una derecha honesta capaz de sanar y conciliar las heridas sufrida por el Imperio, pese a que Chile vivió en carne propia, con sus muertos y heridos, las estrategias mortales de dominio del Imperio que no le importa matar con tal de mantener el poder del Mundo, claro ha habido movimientos de izquierdas que se mantuvieron en oposición a la depredación del imperio estadounidense, pero con ideologías trasnochadas marxistas obsoletas, como el evovismo en Bolivia, el chavismo en Venezuela, o el sandinismo en Nicaragua con Ortega, en fin, que la succión de México por las ideas conservadoras neoliberales se reflejó en el debilitamiento de los movimientos progresista en Latinoamérica.

Hoy vemos que la emergencia del liderazgo progresista del presidente Obrador ha servido para que  América Latina y el Caribe viva un despertar y liberación del proceso de alienación neoliberal del imperio dominante, que ha dejado más sufrimientos pobreza y muerte que progreso y bienestar a los habitantes de los países de América Latina y el Caribe, por fin,  en Argentina se dio un cambio con el gobierno del presidente Fernández, a fin a las ideas obradoristas, en Bolivia se recuperó del golpe de estado de la derecha apoyados por la UE y los EEUU, y el movimiento mayoritario indigenistas continua democráticamente trabajando para el bienestar de los bolivianos, en Perú con Pedro Castillo deja ahora si su pasado colonial y se inserta en los movimientos de izquierda, en Chile, aunque tímidamente, despierta con el triunfo de otro líder progresista Boric, y en Colombia hace poco con el triunfo del camarada Petro, deja atrás el nefasto periodo uribismo que dejó un país con profundas desigualdades sociales y una política descarada entreguista al imperio, como vemos América Latina apunta a la izquierda progresista social que inaugura el presidente Obrador.

Pero la liberación de México de las garras afiladas del conservadurismo que quiso perpetuarse en el poder a costa de la degeneración progresiva del bienestar de los mexicanos y la amenaza permanente del vecino imperial, no está siendo fácil, pero como el refrán popular dice, “todo cae por su peso”, y más tarde que temprano las máscaras hipócritas de la clase política PRIANISTA desvelaron sus verdaderos rostros, se mostraron vacíos, frívolos, clasistas y malévolos, porque su fin siempre ha sido la búsqueda del “poder por el poder”, y aunque se retuercen de ira y frustración no han podido volver a tener la confianza del pueblo, mexicano, y dudo que por muchísimo tiempo lo tengan, puesto que no han entendido que México vive otros tiempos, otra mentalidad, y el liderazgo del presidente Obrador es auténtico, secularizó la política e hizo que ahora lo prometido en la palabra cuente, y así es como ha mantenido la preferencia del pueblo mexicano; volteando a lo que no se había volteado, a los humildes, a los excluidos en todas sus categorías; y para mal de ellos, ahora encabeza un liderazgo en Latinoamérica y el Caribe, y no es fortuito ni casual.

Porque AMLO tiene la calidad moral y la coherencia democrática está encabezando ese resurgimiento del movimiento progresista de izquierda social en América Latina y el Caribe, y los vecinos del norte lo saben, y América Latina y el Caribe debe saberlo, pues es la hora de hablar entre iguales y dejar de ser “el patio trasero de nada ni nadie”.

La derecha pusilánime y clasista, o se encarama al lado correcto de la historia, o está condenada al ostracismo y a desaparecer como alternativa política-electoral, porque la nueva narrativa más allá de las ideologías de derecha-izquierda sólo puede competirle con otra narrativa que proponga algo nuevo para resolver los graves problemas que se han incubado por la sumisión no tan sólo económica al imperio, sino también de una equivocada visión de los fines de la vida humana, por eso tiene sentido el dicho sincero del presidente Obrador, “a mí no me mueve ni el poder ni el dinero”, y lo celebro, porque se abstuvo de la tentación al poder, si no ya hubiera estado empeñado en reelegirse y profiere que se dé un relevo generacional.

Dicen que “las desgracias de unos pueden ser las oportunidades de otros”, aunque suena poco ético, en este caso no lo es, pues América Latina y el Caribe ha estado viviendo por siglos, explotación, marginación e injerencismo (todavía hace poco en México, los EEUU intervino para que sus lacayos PRIANISTAS no aprobaran la reforma eléctrica del presidente Obrador porque iba a afectar sus intereses de sus empresas en México), y si nos ponemos a contar todas esas muestras contradictorias y dictadas por los intereses del Imperio estadounidense en nuestros pueblos latinos y caribeños faltaría espacios.

Hace poco el Foro Económico Internacional de San Petersburgo en Rusia el presidente Putin dijo que se “acabo el mundo unipolar” (les recomiendo que vean su intervención completa), y esto aunque a occidente le cuesta aceptar, es cierto, porque simplemente hay otras formas de ver la vida en sociedad, y nadie puede seguir siendo “el patio trasero” de algún otro país, y la economía y el comercio capitalista no puede seguir determinado por el dólar estadounidense ni el euro de la comunidad europea, los vestigios del orden internacional dominado por la triada EEUU-Inglaterra-Francia deben de dar paso a un reordenamiento regional democrático, y a una economía horizontal.

La guerra en Ucrania, puede ser una guerra no tan sólo para cambiar el orden internacional sino democratizar la geopolítica; ahora sí estamos presenciando un frente a frente entre iguales. Como trasfondo, recordemos el despotismo y el descaro, contraviniendo todo el derecho internacional, que por cierto ahora apelan los Aliados, del intervencionismo de los Aliados (EEUU-Inglaterra-Francia) en Irak, donde masacraron a su población y sumieron en la indigencia a sus pueblos, como otros ejemplos más, Palestina, Líbano, Siria, etc, esto en el Medio Oriente, pero también podemos señalar en el Oriente y Oceanía, Afganistán, Vietnam, Corea, etc., en África, Libia, Congo, etc., y en América Latina, Panamá, Cuba, Venezuela, Chile, México, etc. Ahora sólo con un peso pesado enfrente sólo envían armamento para masacrar al pueblo ucraniano al prolongar la guerra, en lugar de buscar salidas políticas y diplomáticas,  así como, enriquecer el ego y llenar las bolsas del ultranacionalista Zelenskyy, una Ucrania que después de la guerra contra los rusos, seguro la Alianza reconstruirán sus ciudades y pueblos, pero no le devolverán a la vida a los miles de sus muertos ni curaran las almas de sus niños que vieron cómo sus pueblos fueron usados como piezas en el tablero de ajedrez de la lucha entre potencias nucleares (EE UU versus Rusia) por el nuevo reordenamiento de intereses geopolíticos.

Claro está que ese reordenamiento mundial no tiene fines nobles como democratizarlo, pero es una buena ocasión para que potencias políticas puedan intentar orientar ese nuevo orden internacional hacia estadios más democráticos y civilizados. Por lo que la influencia de México a través del presidente Obrador, cosa que ya ha dicho, provoque un bloque unido y solidario de América Latina para hablarle de tú a tú a los EEUU, y hacer sentir que le conviene países latinoamericanos prósperos y libres, seguro dista mucho que nuestra alianza sea con los bloques orientales (Rusia o China), pero el que tenemos actualmente con los EEUU que debe cambiar. Creo el mismo EEUU sabe que ahora México juega un papel central en ese reordenamiento internacional, y que el doble discurso, de usar el bagaje ilustrado ad hoc no debe ser una opción, pues no hay calidad moral y política cuando lo vemos hace poco establecer un acercamiento con el presidente Maduro de Venezuela por intereses estratégico energéticos producto de la “guerra” que libra en Ucrania, y no hace mucho, usar a Colombia para intentar un golpe militar con mercenarios en Venezuela.

El presidente Obrador ha hecho bien las cosas, limpiando al estado mexicano de la cultura de la corrupción y la simulación democrática, ejecutando prioritariamente políticas públicas sociales para paliar la pobreza y la marginación; y con lo ahorrado por la limpia del estado de corrupción (botines que paraban en los bolsos de la clase política, mediática y empresarial) contener la inesperada urgencia sanitaria que representó el virus del coronavirus y la paralización mundial que conlleva una crisis energética, invertir en nuevos yacimientos petrolíferos,  construir una refinería y comprar otra, que ahora le están representando un excedente de ganancias y le permite invertir en sustentabilidad, rescatar el campo del abandono, y continuar apoyando a los excluidos de esos seis sexenios de gobiernos neoliberales corruptos e ineficientes.

En política internacional AMLO representa un auténtico liderazgo en América Latina y el Caribe, poniendo énfasis en la necesaria renovación de la OEA por ser un instrumento unilateral obsoleto que terminó convirtiéndose en un instrumento de los EEUU haciendo grotesco y antidemocráticas acciones de apoyó al golpe de estado que la derecha perpetró en Bolivia, entre otros exabruptos; plantando cara en plena Consejo de Seguridad con un plan contra el hambre y la pobreza en lugar de legitimar injustas intervenciones de las potencias mundiales, así como su incondicional apoyo a los países pobres de América Latina.

América vive un momento crucial en el reordenamiento mundial para hacer frente a los bloques consolidados del oriente, así que un nuevo Pacto de las Américas debe ser la plataforma para democratizar el reordenamiento mundial que evite el peligro latente que hoy vivimos de una guerra nuclear devastadora, donde no haya triunfadores más que únicamente víctimas, los que integramos la raza humana.

La democracia debe tomarse en serio y no como un concepto superficial a manos del poder económico mundial como en la actualidad. En suma, alejémonos de los espejismos democráticos, y México debe aprovechar el liderazgo Latinoamericano y en el Caribe de AMLO, el líder esperando que encarna y vuelva realidad el sueño bolivariano de una América Latina, y del Norte y del Caribe Unida como un solo bloque económico mundial, político, espiritual (no olvidemos que más del 18% de la población de EEUU es latina), y social.

Junio 2022