7 de diciembre de 2024

Abel Ramírez deja amplio legado en la escultura neofigurativa

La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Arte y Literatura (INBAL), a través del Salón de la Plástica Mexicana, lamentan el fallecimiento del escultor Abel Ramírez Aguilar, acaecido el lunes 19 de julio.

Abel Ramírez nació el 22 de mayo de 1943 en la Ciudad de México. Comenzó a estudiar artes plásticas a muy temprana edad –cuando cursaba el tercer año de primaria–, en la Escuela de Iniciación Artística núm. 2 del INBAL con el maestro Ángel Bracho. Un par de años más tarde –narraba el escultor–, un maestro recién llegado tiró la plastilina vieja y le dio a conocer el barro, lo cual fue determinante en su futuro.

A los 15 años ingresó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda (ENPEG) y a la Escuela de Diseño y Artesanías –actualmente Escuela de Diseño del INBAL– en La Ciudadela, donde tuvo la oportunidad de adentrarse en la producción y la investigación de diversas técnicas de vidriados en distintos materiales, como arcilla y metal.

Ajeno a las corrientes y estilos artísticos de la época, Abel Ramírez se consideró a sí mismo un escultor neofigurativo con influencias cubistas y surrealistas, dentro de un mundo mágico y cosmológico nutrido de las creaciones prehispánicas. El arte popular también jugó un papel importante dentro de su obra.

Representó a México en más de 40 encuentros y certámenes de escultura tallada en madera, piedra, metal, nieve y hielo, en Suecia, Noruega, Finlandia, Francia, Canadá, Estados Unidos, Alaska, Japón, Colombia, Argentina, Escocia, Polonia, Hungría, Bangladés, Cuba y Alemania.

Fue becado por el gobierno neerlandés para estudiar escultura de 1979 a 1981 en la Real Academia de Bellas Artes de La Haya. Por su trayectoria fue reconocido en México como integrante del Salón de la Plástica Mexicana del INBAL y con la Gran Orden de Honor Nacional al Mérito Autoral de la Secretaría de Educación Pública. Fue docente en La Esmeralda por más de tres décadas.

En 2019, el Salón de la Plástica Mexicana exhibió la retrospectiva Cantatas y adagios en la escultura de Abel Ramírez Aguilar, integrada por más de 30 piezas representativas de distintas épocas y series del autor, en materiales como mármol negro y blanco, granito verde, ónix negro y naranja, obsidiana y bronce.